Aznavour fue despedido como un verdadero ícono de Francia

El presidente Macron participó de las exequias del cantautor que falleció a los 94 años.

EMBANDERADO. Autoridades y celebridades rindieron homenaje al artista que alcanzó una proyección global. reuters EMBANDERADO. Autoridades y celebridades rindieron homenaje al artista que alcanzó una proyección global. reuters
06 Octubre 2018

PARÍS.- Francia despidió ayer a Charles Aznavour, demostrando el estatus de icono nacional que tenía el fallecido cantante, en una ceremonia a la que asistieron el presidente Emmanuel Macron, sus dos antecesores y el líder de Armenia, de donde eran sus raíces.

Un grupo de celebridades, entre las que se encontraba el actor Jean-Paul Belmondo, asistió bajo un cielo diágano a la ceremonia para despedir al cantautor que falleció esta semana a los 94 años. Los portadores cargaron el ataúd de Aznavour envuelto en tres colores hacia el claustro del museo militar Les Invalides, donde está enterrado Napoleón, en el corazón de la capital francesa.

Aznavour, cuyo alcance global fue multiplicado por su habilidad para cantar en media docena de idiomas, murió en su casa del pueblo de Mouries, en la región sureña de los Alpilles franceses, durante la noche del domingo pasado.

Entre sus canciones más conocidas se encuentran Hier Encore (Ayer cuando era joven), Apres l’Amour (Después del amor) y La Bohème. Otros temas, elevados a la categoría de himnos por generaciones enteras de todas las latitudes, incluyen She (Ella) y Formidable. Sus éxitos fueron de tal magnitud que durante su carrera vendió más de 100 millones de discos.

Entre Piaff y Nueva York

Aznavour nació el 22 de mayo de 1924 en París como Shahnour Aznavourian, en el seno de una familia armenia. Creció en la Rive Gauche de la capital francesa y comenzó a actuar a los nueve años.

Sus primeras presentaciones públicas fueron, precisamente, en reuniones armenias donde su padre y su hermana mayor Aida cantaban mientras él bailaba.

Aznavour salió de las sombras componiendo canciones para Edith Piaf en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y luego logró cautivar a las audiencias en lugares tan alejados como el Carnegie Hall de Nueva York.

Macron, quien tiene previsto realizar una visita oficial a Armenia durante la semana próxima, a la que el cantante esperaba asistir, estuvo parado junto a los líderes armenios en una ceremonia que comenzó con la interpretación del himno nacional armenio por una banda del Ejército, que fue seguido por el himno francés. (Reuters)

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios