Crimen de Chocobar: “con estos asesinos sueltos, no podíamos estar tranquilos en nuestro territorio”

Familiares del dirigente indígena asesinado en 2009, estuvieron conformes con la sentencia, aunque pedían perpetua. El tribunal de la Sala IV condenó a Darío Amín a 22 años de prisión, a Luis Gomez a 18 años y a Eduardo Valdivieso a 10 años de cárcel, por el asesinato del líder de la comunidad Chuschagasta y por las lesiones infligidas a otros dos comuneros.

ESPOSADOS. Los condenados cumplirán prisión preventiva por 18 meses, o hasta que haya sentencia firme; y deberán afrontar una reparación monetaria.  la gaceta / fotos de franco vera ESPOSADOS. Los condenados cumplirán prisión preventiva por 18 meses, o hasta que haya sentencia firme; y deberán afrontar una reparación monetaria. la gaceta / fotos de franco vera

Un silencio como de misa, entre caras adustas, manos entrelazadas, oídos atentos y movimientos suaves, ocupó durante toda la mañana la sala donde ayer finalizó el juicio por el crimen de Javier Chocobar, autoridad de la comunidad Chuschagasta asesinado el 12 de octubre de 2009. Cada tanto, un susurro o un sollozo rompía el silencio, habitado solamente por los disparos de los fotógrafos.

Sólo cuando terminó de leerse la sentencia que condenó a prisión a los tres imputados, Darío Amín, Luis Humberto Gómez y Eduardo Valdivieso, y el público desalojó la sala, los integrantes de la comunidad originaria con base territorial en El Chorro, departamento Trancas, pudieron entregarse a la emoción por la reparación de justicia.

El tribunal integrado por los jueces Wendy Kassar, Emilio Páez de la Torre y Gustavo Romagnoli escuchó las últimas palabras de Amín, el principal imputado, poco después de las 9.30 y se retiró a deliberar. Cuando volvió, cerca de las 12.30, tenía resueltas las condenas.

Amín recibió una pena de 22 años de prisión, por el homicidio de Chocobar y la tentativa de homicidio de Emilio Mamaní y Andrés Mamaní, delitos agravados por el uso de armas de fuego.

Gómez fue condenado a 18 años de prisión, como partícipe secundario y responsable del delito de portación de arma de fuego de uso civil sin debida autorización legal.

Valdivieso recibió 10 años, al ser considerado partícipe secundario del homicidio y la tentativa de homicidio, y por portación ilegal de armas de fuego.

Los tres cumplirán prisión preventiva por 18 meses o hasta que quede firme la sentencia, y se les dictó la inhibición de bienes por la suma de $ 2,1 millones.

Dolor y movilización

“Hemos transitado estos 58 días que duró el juicio con dolor, muy movilizados, reviviendo lo que ocurrió. Sentimos que hoy se cerró una etapa y que se empieza a hacer un poco de reparación histórica, territorial, identitaria y humana”, dijo Nancy Chocobar, sobrina del líder comunitario asesinado hace nueve años, durante un ataque de los tres imputados en territorio de la comunidad. Que “el usurpador Amín y sus dos sicarios” vayan a prisión -dijo- es un reconocimiento “al derecho a vivir en paz, en nuestro territorio”.

Emilio Mamaní, quien -a diferencia de su primo, Andrés, con graves secuelas tras el ataque- pudo declarar en el juicio, se mostró muy emocionado con las condenas luego de nueve años de espera para que llegue a realizarse el juicio. “Ahora, a seguir adelante”, dijo.

La resolución del tribunal no era exactamente la que la comunidad había pedido (condenas a prisión perpetua) a través de sus representantes legales, Carlos Garmendia, Julia Albarracín, Pablo Gargiulo y Belén Leguizamón, pero igual les resultó satisfactoria. Si bien el tribunal reconoció el homicidio agravado, no incluyó la premeditación, como pretendían los querellantes.

Audolio Chocobar, hijo de Javier Chocobar y actual presidente de la comunidad Los Chuschagasta, fue el encargado de dirigirse a las organizaciones y activistas que esperaron frente a los tribunales la lectura de la sentencia desde la mañana. “Ahora mi padre puede descansar en paz”, dijo.

“La condena nos deja tranquilos. Con estos asesinos sueltos, no podíamos estar tranquilos en nuestro territorio, sabiendo que podían volver a hostigarnos. Durante años, desde la muerte de mi padre, siguieron las provocaciones, incluso hicieron un asado a 50 metros de donde lo asesinaron”, recordó.

Delfín Cata, uno de los integrante de la comunidad que estaba junto a los Mamaní, cuando ocurrió el ataque, consideró que el tribunal contó con muchas pruebas y añadió que no estuvo de acuerdo con el pedido de pena que hizo la Fiscalía (18 años de prisión para Amín y 10 para Valdivieso y Gómez).

En cuanto a la demanda civil, el tribunal ordenó hacer lugar parcialmente en favor de Antonia Hortensia Mamaní (viuda de Chocobar) por la suma de $ 735.000; en favor de Andrés Mamaní, por la suma de $ 847.550 y en favor de Emilio Mamaní por la suma de $509.160, todos con actualización de tasa activa del Banco Nación desde el día de la sentencia.

Los fundamentos de la sentencia serán leídos dentro de 10 días hábiles, a partir de ayer.

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