Ahora no se podrá entrar al gimnasio sin certificado médico

Ya fue reglamentada y entró en vigencia la ley 8.897 que establece medidas para cuidar la salud de quienes hacen actividad física.

PARA EVITAR PROBLEMAS. Los gimnasios deben tener la dirección técnica de un profesor de Educación Física. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO.- PARA EVITAR PROBLEMAS. Los gimnasios deben tener la dirección técnica de un profesor de Educación Física. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO.-

El auge por la vida sana y un cuerpo en forma los ha convertido en un verdadero “boom”. Están los de siempre y están los que se especializan en una disciplina en particular. Algunos son grandes y variados. A otros les basta con un pequeño local, una habitación en casa de barrio o un monoambiente céntrico. Estamos hablando de los gimnasios, lugares que se han transformado en espacios imprescindibles para la vida de muchas personas, pero que hasta hace poco no tenían ningún tipo de control.

En los últimos días la muerte de un empresario de 40 años en un gimnasio de Buenos Aires volvió a instalar la polémica. Estos espacios donde mucha gente realiza actividad física deben exigir controles médicos a sus alumnos y deben contar con profesionales expertos que diseñen las rutinas de los practicantes.

Tucumán cuenta con una ley de gimnasios que, tras dos años de ser sancionada, se reglamentó y comenzó a ser aplicada por el Siprosa en las últimas semanas. Y si bien muchos propietarios de estos espacios e incluso los alumnos se quejaron por las exigencias, para las autoridades no hay vuelta atrás: es la única forma de prevenir los casos repentinos de muerte (súbita o no) en los lugares de entrenamiento.

Lo primero que están detectando los inspectores del Ministerio de Salud es que en la mayoría de los gimnasios se desconoce la ley 8.897, que establece en uno de sus puntos más importantes que los propietarios deben exigir a los concurrentes un certificado de buena salud expedido por un médico. El documento debe indicar el tipo, modalidad e intensidad de actividad física que podrá realizar o sus limitantes. La vigencia será de un año. También deben pedirles a los clientes que se hagan un electrocardiograma.

Los gimnasios deben llevar un registro de sus clientes. Además, deben contar una dirección técnica a cargo de un profesor de Educación Física, resaltó Adolfo Steimberg, de la Dirección General de Fiscalización Sanitaria, dependencia que dirige el doctor Orlando Di Marco.

Si bien por el momento están informando sobre la ley, en breve podrán comenzar a sancionar a los dueños de aquellos gimnasios que no cumplan con estos requisitos.

Temores y quejas

“Hemos recibido quejas. Los propietarios piensan que sólo estaremos detrás de ellos y no de todos los lugares en los que se realiza actividad física. La idea es poder avanzar también sobre todos los espacios. Por lo pronto desconocemos muchos sitios que funcionan como gimnasios pero que no tienen habilitación porque las actividades se llevan a cabo en sitios no formales: desde un local cerrado hasta dentro de una casa o en un edificio”, remarcó.

Otra queja tiene que ver con el certificado de salud. Muchos creen que los alumnos abandonarán el gimnasio por esa exigencia. “Cuesta pero ya entenderán la importancia de contar con este instrumento para detectar patologías de base o simplemente para saber en qué condiciones físicas está una persona que realiza actividad física”, evalúa Steimberg.

“Toma de conciencia”

“Hasta ahora la actividad en los gimnasios estaba totalmente descontrolada. Cualquier persona entraba a un gimnasio y hacía lo que quería, sin ninguna supervisión. Por suerte la ley va a venir a solucionar esto”, opina el médico deportólogo Cayetano Bellomío. Recalcó que las exigencias deberían avanzar hacia todos los espacios donde se hagan actividades físicas.

Según Bellomío, en el fondo los gimnasios traen muchas más buenas noticias que malas. Sin embargo, salen en los medios cuando muere alguien haciendo un esfuerzo. “Pero no se informa de todas las muertes que se previenen, porque si alguien hace ejercicio estás atacando factores de riesgo como el sedentarismo, obesidad, etcétera”, subrayó.

“El certificado de buena salud no debería ser observado como una exigencia, sino como una toma de conciencia. Con un examen clínico y un plan progresivo de entrenamiento no debería haber más accidentes en los gimnasios”, evaluó.

Según el experto, “el esfuerzo no mata nadie que sea saludable”. Las consecuencias desagradables ocurren en personas que sufren alguna patología y no lo saben. Por eso la importancia del certificado y mucho mejor de un electrocardiograma. Después de los 35 años, sugiere, hay que hacer controles anuales. Repetirlos después de una cirugía o cualquier problema de salud que pudiera haber alterado el estado de salud.

> Cuáles son las nuevas exigencias
- La dirección técnica será cumplida por un profesor de Educación Física. Todas las actividades que se desarrollen en el gimnasio deben ser supervisadas en forma permanente por un profesional de Educación Física.
- El lugar deberá tener un botiquín para solucionar heridas no complejas.
- Se prohíbe vender o suministrar medicamentos o suplementos dietarios que contengan principios activos que modifiquen el rendimiento físico o que accionen fisiológicamente sobre el organismo.
- Será obligatorio contratar una empresa de emergencias médicas habilitada por el Siprosa.
- Quienes realicen actividades en el gimnasio deben poseer un certificado de aptitud física, actualizado anualmente por un especialista, con resultados de estudios electrocardiográficos.
- Los gimnasios deben capacitar a sus profesionales en técnicas de reanimación cardiorrespiratoria y primeros auxilios. En un futuro se tratará de incluir en la ley la obligación de que tengan un desfibrilador automático.

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