Luego de un intenso trabajo de inteligencia llevado a cabo por agentes de la Dirección de Investigación Criminal y Delitos Complejos (ex Brigada), se logró detener a Jorge Daniel Herrera (49), quien estaba prófugo de la Justicia desde hace cuatro años por un homicidio.
El hombre había sido condenado en 2004 por matar a su vecino, Jorge “Vinito” Alderetes, y enterrarlo en un cañaveral, en Los Ralos, en el año 2002. "Pucho" (así se hacía apodar), había recibido una pena de 20 años de prisión, pero durante un permiso extramuro, en 2014, no volvió más al penal.
Luego de una extensa tarea de investigación, llevada a cabo por el oficial Daniel Britos, junto a los suboficiales Omar Ferryra, Miguel Morales y César Navarro, se supo que Herrera había escapado de la provincia. El hombre habría estado escondido en Santiago del Estero durante todos estos años.
Sin embargo, el sábado, Herrera había regresado a su casa, en Los Ralos, para visitar a sus hermanos y a sus parientes; fue ahí que se montó un operativo. El hombre fue abordado por los agentes e intentó escapar.
Tras un forcejeo fue reducido en calle San Martín al 1.700 y posteriormente trasladado a la unidad penitenciaria, donde quedó nuevamente a disposición de la Justicia.
El procedimiento fue dirigido por el responsable del área Búsqueda y Captura, el comisario Daniel Robles, el oficial principal Walter Luna Cancino, del Departamento de Inteligencia Criminal y supervisado por el comisario Segundo Herrera y Raúl Sequeira.
El caso
En 2002 Jorge “Vinito” Alderetes había desaparecido. Su familia y amigos marcharon durante 20 días exigiendo su aparición. Finalmente su cuerpo fue encontrado en un cañaveral. Lo había enterrado Jorge Daniel Herrera, su vecino, después de un salvaje ataque que terminó con su vida.
Herrera fue juzgado por el crimen y fue encontrado culpable. Pero al poco tiempo, mientras cumplía su condena en el Penal de Villa Urquiza, aprovechó un permiso especial y nunca regresó.