Lograr que se frene el calentamiento global sólo es factible si se triplican esfuerzos

Lo afirma un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

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27 Noviembre 2018

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) señala en un informe publicado hoy que para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París es necesario que los países como mínimo tripliquen sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático.  

Según el Pnuma, todavía es posible, teóricamente, que se cumpla el objetivo de limitar el calentamiento global de aquí al año 2100 a una media de dos grados centígrados. Sin embargo, si los países mantienen sus políticas medioambientales actuales, la temperatura global aumentará en alrededor de 3,2 grados en comparación con la era preindustrial, advierte la organización en el informe "9. Emissions Gap Report", presentado este martes en París.

El objetivo de limitar el calentamiento global a una media de dos grados es considerado como el límite extremo para evitar consecuencias climáticas catastróficas. El Acuerdo de París incluso señala la conveniencia de reducir el calentamiento global a 1,5 grado.

Desafíos

Para alcanzar el objetivo de dos grados, los países deberían triplicar los esfuerzos que han realizado hasta ahora y para alcanzar el objetivo de 1,5 grado, incluso deberían quintuplicar esos esfuerzos.  

Muchos científicos sostienen que un calentamiento global de 1,5 grado hasta finales de este siglo ya tendría consecuencias difícilmente soportables para la humanidad, tales como el deshielo de los casquetes polares, la subida del nivel del mar y condiciones meteorológicas extremas.

"Más que nunca, los países deben actuar ahora", subrayan los autores del informe, cuyo objetivo es  mostrar hasta qué punto son factibles los objetivos fijados en el Acuerdo de París con las promesas que han hecho hasta ahora los Estados de reducir los gases de efecto invernadero. Los resultados servirán también de base para la conferencia sobre el clima que se celebra entre el 3 y el 14 de diciembre en Katowice, en Polonia.

En estos momentos los países del G20 no están en camino de cumplir sus objetivos fijados para 2030. Sólo Brasil, China y Japón se mantienen dentro del marco acordado, señalan.

Emisiones

Después de tres años de relativa estabilidad, las emisiones mundiales de CO2 volvieron a aumentar en 2017, señalaron los científicos. Con 53,5 gigatoneladas (Gt), las emisiones se sitúan en un nivel alarmantemente alto, algo que se atribuye principalmente a un elevado crecimiento económico acompañado de una lenta reducción del consumo de energía, sobre todo basada en el carbón. Una gigatonelada equivale a 1.000 millones de toneladas.

"Alemania y Europa podrían mostrar liderazgo si fijaran la neutralidad de emisión de gases de efecto invernadero hasta 2050 y un considerable refuerzo de los objetivos de reducción de emisiones hasta 2030", pidió Gunnar Luderer, uno de los autores del estudio y científico del instituto de investigación climática de Postdam.

"Un máximo global de las emisiones hasta 2020 es decisivo para conseguir los objetivos climáticos de París, pero la dimensión y el ritmo de la reducción actual es insuficiente", señalan los científicos. En estos momentos los países del G20 no están en camino de cumplir sus objetivos fijados para 2030. Sólo Brasil, China y Japón se mantienen dentro del marco acordado, señalan.

"Desde la aprobación del Acuerdo de París, los costes de las energías renovables se han reducido en torno a un tercio. Y muchas más cosas son hoy en día factibles de lo que parecían entonces", señaló Niklas Höhne, uno de los autores del texto.

Vías concretas

El informe apunta también vías concretas para cumplir los objetivos climáticos, por ejemplo la reducción de las subvenciones a los combustibles fósiles, programas de fomento de energías renovables, programas de movilidad eléctrica y aprobar una normativa de emisiones para los automóviles pesados.

La política fiscal cumple una función clave cuando se trata de influir en la economía. Por ejemplo, se puede gravar con altos impuestos los combustibles fósiles, mientras se subvencionan las alternativas con bajas emisiones.

Sin embargo, las políticas fiscales en muchos países siguen sin entrar en una transición hacia una economía con menos emisiones. Sobre todo hay que fomentar a organizaciones públicas precisamente donde las empresas privadas retrocedan.

Una de las autoras del informe, Brigitte Knopf, de Mercator Research Institute for Global Commons and Climate Change, pidió una reforma financiera sostenible a nivel internacional.  

La semana pasada numerosos jefes de Estado y Gobierno europeos pidieron mayor ambición en la limitación del calentamiento global, de cara a la conferencia del clima en Katowice. Dieciséis países firmaron una declaración que exige un mayor compromiso en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. (DPA)

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