01 Diciembre 2018
Pasaron 18 años del último festejo de San Martín en el Monumental. El 5 de marzo de 2000, un equipo “made in casa” del “Santo” llegaba como punto al clásico. El equipo venía de capa caída en la Primera B Nacional y el “primer clásico del milenio” le daba la oportunidad de reinvindicarse ante Atlético, que llegaba mucho mejor.
Pero Daniel Juárez le sacó lustre a su botín izquierdo y clavó un “misil” en el ángulo superior izquierdo del arco defendido por Nilton Pardal. Puso así ese 1-0 que significó la última alegría de San Martín en 25 de Mayo y Chile.
Es cierto que luego de ese partido, sólo se disputaron tres partidos oficiales más (Atlético ganó dos e igualaron el restante), pero los números son irrefutables.
“Fue algo hermoso. Era un equipo integrado con casi todos jugadores tucumanos, que nos habíamos formado en las inferiores del club y que éramos hinchas de San Martín”, le contó “Quebrachito” a LG Deportiva sobre una tarde lluviosa, que no puede quitársela de su cabeza. “La alegría que sentí ese día fue una de las más grandes de mi carrera”, agregó.
El volante marca que en los clásicos poco importa lo previo. Por eso considera que este San Martín dirigido por Gastón Coyette y que intenta consolidar su rendimiento en la Superliga, está en condiciones de dar el batacazo ante un Atlético que parece invencible. “Son partidos en los que la motivación juega un papel importante. Por ahí, quizás no venís en un buen momento pero en este tipo de partidos entregás un plus y eso termina inclinando la balanza”, aseguró, dejando en claro que el marco totalmente desfavorable que tendrá esta tarde el “Santo” en el Monumental, debe servir como combustible para volver a festejar en la casa del rival de toda la vida. “Cuando tenés toda la hinchada en contra te motivás más. Además, los jugadores deben saber que miles y miles de hinchas estarán alentándolos detrás del televisor. Son 90 minutos en los que deben dejar el alma”.
Juárez tiene fe. Retirado del fútbol, hoy vivirá el partido como un fanático más. Por eso, en el final, decidió dejarle un mensaje a los jugadores. “Soy ex jugador e hincha y estoy convencido que este equipo nos dará una alegría. Les deseo lo mejor a los muchachos”, concluyó, el último héroe.
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