Un correntino dice que debió pagar una coima para que no le quiten los caballos

Carlos Viccini, guía de pesca conocido a nivel nacional, denunció el caso. “Espero que no pase nunca más”, señaló.

“Nací en una provincia donde a los visitantes los recibimos con los brazos abiertos y los mimamos. Aquí, en Tucumán, los castigan”. La descripción es de Carlos Viccini, un correntino que denunció haber tenido que pagar un soborno para poder trasladar los caballos de carrera desde su ciudad natal hasta un campo de Garmendia y al Hipódromo.

Viccini es uno de los guías de pesca más reconocidos de Bella Vista, localidad que está bendecida por las aguas del río Paraná. Por su actividad, conoció a un grupo de tucumanos que también son apasionados del turf. Él los contactó con un criador de caballos que les vendió cuatro potrillos. Los compradores, por la confianza que le tenían, lo hablaron para que trajera los animales. “No dudé en aceptarlo. Era la oportunidad de volver a visitar a una provincia en la que tengo muchos amigos y para establecer nuevos contactos”, detalló.

El guía dijo que arribó el miércoles a la mañana a Tucumán y que su primer destino fue un campo en Garmendia para dejar uno de los equinos. Luego, tomó la ruta para dirigirse a la capital. A la altura de la localidad Las Piedritas se topó con un control vehicular.. “Sin problemas presenté todos los papeles del vehículo y las autorizaciones del Senasa para trasladar los animales. Pensaba que todo estaba bien porque en ningún otro lado me hicieron problemas. Pero me equivoqué”, señaló.

“El personal que me detuvo comenzó a controlarme el vehículo. Se acercó uno y me dijo que había un problema con el tamaño del tráiler en el que estaban los caballos. Me detalló que era 10 centímetros más ancho de lo permitido y que debía pagar una multa. Al no conocer las normas y para evitar problemas, le dije que dónde podría pagar para continuar el viaje. Me dijeron que no podía hacerlo y que me secuestrarían el vehículo y los animales. También me comentaron que el trámite duraría al menos dos días”, agregó.

El arreglo

Viccini comentó que le dijo al personal que no podía permitir que le secuestraran los animales porque eran muy valiosos para que terminen en una comisaría. “Me hicieron estacionar en la banquina hasta que llegara un superior. Minutos después se presentó otro hombre y comenzó a explicarme que, además de las complicaciones, el valor de la multa era de $14.000. Pero me dijo que si le daba el 50% de esa cifra se podría solucionar el problema. En esos momentos, no podía creer lo que estaba viviendo”, dijo.

“Lo conversamos con mis compañeros de viaje y, pese a que renegábamos de la situación, decidimos ofrecerle $4.000 para evitar los inconvenientes. Me preocupaba que los animales estuvieran bien. No quiero que suene como excusa, pero me sentí desamparado, desprotegido. Uno está en una provincia que no conoce y no sólo no sabe si la infracción es real, sino que además no tiene a quién llamar para que lo defienda de estas personas que no conocés ni sabés qué te pueden hacer”, razonó.

El guía dijo que las personas que lo detuvieron analizaron su propuesta por un par de minutos y terminaron aceptándola. “Pero lo que más bronca me dio es que después de recibirme el dinero, el supuesto superior me dijo: ‘si te llegan a detener decí que vos ya hablaste con el oficial Zurita’. En un primer momento pensé que se trataba de su apellido, pero después me explicaron que en realidad ese es un código que utilizan para que no me vuelvan a coimear en otro control”.

“Sé que hice mal, pero no tenía otra alternativa. Tampoco quise hacer la denuncia porque no tenía pruebas en contra de ellos. Estábamos tan nerviosos que no nos dimos cuenta de filmar la situación. Pensé utilizar Facebook para denunciar el caso, decir que en Tucumán me había ocurrido esto. Como tengo amigos de en todo el país la repercusión sería importante, pero después me di cuenta de que tengo muchos amigos en esta provincia y que no merecían quedar escrachados por culpa de unos cuantos”, explicó.

Viccini cumplió con su misión y, por la situación vivida, decidió rechazar todas las invitaciones que recibió para quedarse unos días más en la provincia. “Sentí bronca y decidí volver a mi provincia. Hice público el caso para que no se repitan los casos. No puede ser que en una provincia tan bella como la suya se vivan estas situaciones. Espero que hagan algo”, concluyó.

Investigación

Confirman que transporte realizó un control en Las Piedritas

“Iniciamos una investigación, pese a que no hubo una denuncia formal. Confirmaron que en Las Piedritas sí se realizó un control durante la mañana, pero lo realizó el personal de la Dirección Provincial de Transporte”, señaló el comisario Jorge Mastafá, titular de la Dirección de Policía Vial. “Sin importar quién sea, habría que investigar esa supuesta irregularidad”, destacó.

Oficialmente se confirmó que en ese operativo se labraron cuatro actas de infracción, pero ninguna de ellas corresponde al caso de Carlos Viccini. “Sería muy importante que esta persona denuncie el hecho para que se pueda avanzar”, destacó.

“Transporte depende del Ministerio de Seguridad y sus empleados también son funcionarios. Si cometen algún tipo de irregularidad, deben responder. Las órdenes que recibimos de nuestros superiores es terminar con este tipo de situaciones que tanto daño le hacen a la provincia”, agregó el director.

Mastafá agregó: “si bien es importante los controles que hacemos al personal, es clave que los ciudadanos denuncien estos hechos. Lo deben hacer en cualquier comisaría, al 911 o en el Ministerio. Tienen que colaborar contando los casos y aportar la mayor cantidad de pruebas para que se pruebe el ilícito”.

Un hecho similar

Las bikers que filmaron a un agente municipal

En agosto pasado, una ciclista de Buenos Aires publicó en Facebook el momento en el que pagó $ 1.000 a un inspector de tránsito para poder seguir circulando. Según relató, la aplicaron la infracción porque tenía un enganche que estaba prohibido. Al igual que Carlos Viccini, la víctima se sintió desprotegida ante la situación. “Viajamos más de 1.000 kilómetros y no queríamos perder tiempo. No es una excusa, no le hubiera dado ni un $ 1, pero no teníamos opción”, explicó Johanna González. La biker también relató que, al igual que le sucedió al correntino, el que recibió le dinero le pidió que mencionara un apellido para que no la volvieran a detener.

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