Dos docentes buscan esquivar la exoneración

Comenzó la etapa de defensa de los acusados en las causas por presunto acoso en la UNT.

De cumplirse con la recomendación de la Dirección de Asuntos Jurídicos, será la primera vez en la historia de la UNT que dos docentes terminen exonerados por denuncias vinculadas al acoso y al abuso sexual. Eduardo Hassan (Odontología) y Víctor Chocobar (Derecho) enfrentan sumarios y los letrados de la casa de estudios consideraron que ambos docentes deberían recibir la máxima penalidad, que implica el cese laboral y la imposibilidad de volver a desempeñarse en ese ámbito.

Augusto González Navarro, director de Asuntos Jurídicos, asistió ayer a LA GACETA Central, el noticiero de media mañana de LA GACETA Play, y contó algunos detalles de las dos causas administrativas que avanzan en la universidad. “En ambos casos se concluyó con la primera etapa, la instrucción. Se recabaron pruebas, se formularon cargos y se recomendaron sanciones, que en ambos casos es la exoneración. Con esto se termina ya el secreto de sumario y lo que sigue es la etapa de defensa de los imputados, siempre en el marco del cumplimiento del principio de inocencia”, describió el letrado.

La exoneración es la penalidad recomendada por Jurídicos, pero la última palabra la tendrá el rector una vez que se cumpla la etapa de la defensa. En el caso de Hassan, trascendió que el docente presentó numerosas pruebas testimoniales a su favor (más de 15) y que se están tramitando pruebas periciales caligráficas y psicológicas. En el expediente de Chocobar, en tanto, recién comienza el periodo de presentación de pruebas. En ambos casos, los docentes sostienen su inocencia en los cargos que se les imputan.

Nuevo escenario

González Navarro destacó la utilidad del “Protocolo de Acción Institucional para la Prevención e Intervención ante situaciones de Violencia o Discriminación de Género u Orientación Sexual”, que entró en vigencia en abril del año pasado y en cuyo marco se dieron las denuncias que se investigaron.

“El protocolo nos puso en un escenario nuevo a los universitarios. Si bien ya existían pactos internaciones y normas nacionales de protección a la mujer, estaba faltando una herramienta de procedimiento para que las denuncias sean eficaces. Y que garanticen la confidencialidad y la no revictimización de los denunciantes. El protocolo vino a cubrir esa falta”, explicó el abogado.

“No hay ninguna caza de brujas ni están lloviendo los casos denunciados, como a veces se pretende instalar. De ninguna manera. Sí hay mayor seguridad para denunciar situaciones en un marco de protección de la víctima, de sus datos personales, de no sufrir la revictimización de andar por decenas de oficinas contando su caso. Hay otras denuncias, pero ninguna de tanta gravedad”, aseveró González Navarro.

El caso de Hassan, en Odontología, se conoció tras la difusión de una grabación en la que el docente, en clase, sostenía que las mujeres no deberían estudiar en la universidad porque “no razonan”. Luego comenzaron a aparecer varias denuncias en su contra, de distinta gravedad, la más fuerte es la de una ex alumna que aseguró que el docente abusó sexualmente de ella. En cuanto a Chocobar, está denunciado por tres alumnas y ex alumnas por presunto acoso sexual.

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