¿Las mujeres están invisibilizadas en el espacio público? Esa pregunta estaba escrita en un papel pegado en una de las veredas de la plaza Urquiza. Además, invitaban a escribir con tiza si creían que era así o no. Y aunque hubo muchas respuestas, pocos entienden de qué se trata eso. Invisibilizarlas en la ciudad, por ejemplo, se traduce en que en San Miguel de Tucumán haya sólo un 2 % de las arterias con un nombre femenino, según resaltó el Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales de la UNT. Entre las más conocidas figuran Lola Mora, Fortunata García, Manuela Pedraza e Isabel la Católica. Tampoco las mujeres están representadas en la señalética vial (como sucede con los semáforos para peatones) o en el arte: hay pocas esculturas de féminas y mayormente aparecen con el torso desnudo representando a reconocidos mitos. Entonces, quienes ayer circularon por esa plaza y participaron de la intervención que organizaron varias instituciones en la previa al Día de la Mujer entendieron la necesidad de pensar y proyectar bajo el concepto de perspectiva de género.
Las actividades que hoy se hacen en todo el mundo tienen un marco trágico: el 8 de marzo de 1908 fueron 129 las mujeres que murieron en un incendio en una fábrica de Nueva York, luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. El motivo se debía a la búsqueda de una reducción de jornada laboral a 10 horas y un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades. En 1977, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó oficialmente el 8 de marzo el Día Internacional de la Mujer
Una vuelta juntas
Ayer, a las 11 de la mañana, se planteó una intervención pública urbana que constaba de un recorrido por la mencionada plaza, en pos de la perspectiva de género en arquitectura y urbanismo. Todo fue organizado por el Laboratorio de Género y Urbanismo/ Electiva Mujeres, Género y Hábitat; el Observatorio de Fenómenos Urbanos y Territoriales (FAU- UNT); el Área de la Mujer y la Comisión de Jóvenes Arquitectos del Colegio de Arquitectos de Tucumán (CAT); el estudio Trece-diecinueve y la Secretaría de Estado de la Mujer de Tucumán. La propuesta incluyó también una muestra de bordados colocados en bastidores redondos, que plasmaron punto por punto las fachadas de edificios emblemáticos de la ciudad. También hubo una muestra fotográfica y se entregaron poesías.
Desde fines 2016 -contó la arquitecta Ana Verónica Lombardelli, titular del área de la Mujer del CAT- el Colegio de Arquitectos de Tucumán creó un espacio para visibilizar a todas las arquitectas y sus saberes en los encuentros denominados EMA (Encuentro de Mujeres Arquitectas). Desarrollaron así un proyecto de capacitación para profesionales y estudiantes, denominado Enfoque de Géneros desde la Arquitectura y el Urbanismo. De esa propuesta de extensión al medio surgió la intervención de ayer, que en todo el mes se replicará en municipios y comunas, como en San Pablo, Concepción y Banda del Río Salí.
“Pensar y proyectar bajo el concepto de perspectiva de género, comprende la seguridad de nuestras calles respecto a la iluminación, los espacios de estancia para el cuidado de los niños, la espera de los transportes públicos, los lugares accesibles respecto a las adecuadas medidas de anchos de acera, el mantenimiento de las mismas, la señalética, entre otros. Comprender este empoderamiento y reconocimiento de género es en nuestro caso entender un proyecto tanto arquitectónico como urbanístico pensado bajo las pautas del pluralismo y la accesibilidad universal”, explicaron en el lanzamiento los arquitectos Juan Saravia y Luis Pascal del CAT.
Las respuestas a la intervención que preguntaba si las mujeres están invisibilizadas en el espacio público fueron en su mayoría positivas. Para la autora de esa propuesta, la arquitecta Verónica Mansilla, a la ciudad le falta tener en cuenta cómo se mueven las mujeres, que lo hacen sobre todo a pie y que son las que más usan el espacio público. “Entonces -afirmó- somos a las que más nos afecta la falta de accesibilidad: si el transporte público es bueno, si pasa seguido, si las paradas de colectivo están bien. Lo de hoy (por ayer) servirá de disparador, para que las mujeres empecemos a pensar cómo podemos aportar para que se genere el cambio”.