“La sociedad no puede vivir armada”, opina Diana Chediack

El sector citrícola en su conjunto enfrenta, desde hace tiempo, numerosos delitos rurales como sustracción de plantines, fruta fresca y herramientas, que generan preocupación, porque muchos de esos hechos se repiten año tras año. LA GACETA Rural dialogó con la productora citrícola, Diana Chediack quien dejó su punto de vista sobre esta problemática.

Los delitos: El robo de fruta no ha desaparecido, se mantiene firme. Siempre hacemos denuncias, ya estamos cansados. La venta de limones a la par del Mercofrut y sobre la Autopista, toda es fruta robada. Se vende en bolsas en un comercio informal. Y los limones que se venden en los semáforos también son robados. Esto perdura porque no existe voluntad política de terminar con este flagelo, que es rural y urbano. Nos roban limones, pero también herramientas, postes, alambrados y plantines. Por eso tenemos vigilantes, capataces y encargados para que no ingresen a los galpones; ellos vigilan, pero todos los lugares son inseguros. La situación es aún más grave con las frutas dulces y con la palta, por lo que hay menos productores. Está mal robar; no tiene que ser una práctica común.

Las autoridades: En su momento la ATC, ahora Acnoa y el resto de las entidades del sector siempre dialogaron con el Ministerio de Seguridad sobre esta problemática, pero no hay buenos resultados. A nuestros vecinos les roban sus cabras, chanchos y potrillos, y nada cambió. Es una práctica generalizada, y ya casi aceptada. A veces nos acobarda. Vamos a la Comisaría, hablamos y hablamos, denunciamos, y no pasa nada, y en nuestras denuncias dejamos identificados a quienes nos roban.

Algunos delitos: En Tafí Viejo tuvimos productores que fueron baleados; los serenos hacen un tiro al aire y los delincuentes retroceden. Por supuesto que no se va a herir ni a matar a nadie, pero todo esto sucede porque hay gente que roba, y también porque hay gente que compra lo robado. Y la Justicia se demora demasiado en actuar.

Qué nos falta: Voluntad política, desde la Gobernación, para terminar con esto. Debe bajar la orden de “basta”, de que “se terminan” los robos a toda la sociedad, porque la inseguridad alcanza a toda la población, ya nadie está seguro. La solución es vertical, desde el Gobierno, al área de Seguridad y desde allí hacia abajo. Sólo pido, sólo pedimos, que se respete la ley, que todos respetemos y cumplamos con la ley. No se puede vivir encerrado. Toda la sociedad paga altísimos impuestos, y ¿adónde van?, ¿dónde están? ¿Hay que andar armados, con guardaespaldas? No, de ninguna manera, no se puede vivir así.