Luciano Sigona, esposo de Lorena, la mujer que había filmado a dos motochorros que intentaban robarle el celular cuando estaba con su hija de dos años, pasó del enojo al desconcierto en la entrevista. “Estoy caliente, muy caliente. La Justicia me abandonó”, dijo en un primer momento. Pero cuando se le contó los detalles de la resolución judicial, señaló: “ojalá que este caso sea un granito de arena para que mejoren las cosas en la provincia”.
“Por mi actividad conozco muchos lugares en el extranjero y siempre me pregunto por qué en este país no se vive así. Con todo lo que sucedió durante estos días, me doy cuenta de que se puede mejorar”, aseveró en un contacto con LA GACETA.
Sigona explicó que se sentía desamparado por la Justicia. “Sin saberlo, le echaba la culpa a la fiscala (Adriana) Reynoso Cuello. Yo le había pedido tres cosas: una orden de restricción de acercamiento contra los delincuentes; que haya custodia policial en mi casa; y que me dieran permiso de portación de armas, porque soy legítimo usuario. Pero no me dieron nada de eso”, reclamó.
El sábado se enteró de que los acusados fueron liberados. “Un comisario me mandó la copia de la resolución, pidiéndome perdón porque ellos no tenían nada que ver, pero contándome que esos delincuentes habían sido soltados. Me estaba preparando para ir a festejar el cumpleaños de mi papá. Pensé que no existía la Justicia, nunca me explicaron cómo se había resuelto el caso”, señaló.
“Hubo mucha gente que me pidió que hablara mal de la Justicia o del Gobierno. Pero no me interesaba nada. Sólo quería que haya Justicia. A mí, que no me vengan con hambre u otro verso. Empecé de abajo y muchas veces no comí, pero con laburo y esfuerzo salí adelante. Fue siempre así”, aseveró.
Problemas
El esposo de la víctima pidió una y otra vez que se le explicara los detalles de la resolución judicial. Y se transformó cuando se le confirmó que los acusados habían ofrecido resarcir a toda su familia. “No lo puedo creer. Espero que en alguna oportunidad me llamen de Tribunales para que me expliquen bien de qué se trata todo esto. De Derecho no sé nada y tampoco quería gastar dinero en un abogado; simplemente pretendía que se hiciera Justicia con todo lo que había pasado. Y si esta es una manera para que se cambien las cosas, bienvenida sea”, indicó.
Sigona también se disculpó con todo lo que generó el caso. “He visto que hasta culpaban a la fiscala (Adriana) Giannoni porque los tipos habían quedado libres, sin saber que ella no tuvo nada que ver con este caso. Tampoco sabía que un fiscal no define si un delincuente queda detenido. Pero también hay que estar en el lugar de las víctimas”, argumentó.
“Mi padre, por la exposición que tuve, me dijo que me fuera del país. Estábamos aterrados por lo que podría pasarnos. Pero después pensé: ¿por qué me tengo que ir, dejar todo, si no hice nada malo? Esperaba que la Justicia hiciera algo; sufrí una enorme desilusión. Después de que me explicaron todo, quedé mucho más tranquilo y confiado de que se pueden cambiar las cosas”, concluyó.