"Nunca en mi vida torturé, secuestré, ni maté", aseguró César Milani

El ex jefe del Ejército durante el kirchnerismo es juzgado en La Rioja por episodios durante la dictadura militar.

Nunca en mi vida torturé, secuestré, ni maté, aseguró César Milani LA GACETA / ARCHIVO
17 Mayo 2019

El detenido ex jefe del Ejército César Milani aseguró hoy que "nunca" torturó, secuestró, ni mató en su vida, al negar su participación en el secuestro de Pedro y Ramón Olivera en 1977 en La Rioja y atribuyó "intencionalidad" y "oportunismo político" a la acusación por delitos de lesa humanidad formulados en su contra.

Lo expresó en el marco de una extensa declaración que realizaba hoy, en el marco de la segunda audiencia del juicio oral y público que se sustancia en La Rioja por hechos sucedidos cuando él se desempeñaba como subteniente del Batallón de Ingenieros de Construcción 141 de esa provincia, y por los que también están imputadas otras doce personas.

En su exposición, que realizaba sin esposas y con uniforme militar con sus insignias, el detenido ex jefe del Ejército dijo: "si yo no le hubiera dicho que sí a Cristina (Kirchner), no estaría sentado acá", al señalar que hubo "un oportunismo político" para acusarlo de delitos de lesa humanidad y recordó que "no hay ningún subjefe del ejército de La Rioja está procesado o detenido por esto".

Milani describió como "imposibles" las circunstancias en las que, según la acusación, él estuvo supuestamente involucrado en el secuestro y las torturas que sufrieran tanto el ya fallecido Pedro Olivera como su hijo, Ramón Olivera, denunciante en esta causa y testigo en este juicio.

Tras negar su participación en esos hechos y asegurar no haber conocido "nunca" a los Olivera, Milani afirmó tener "un profundo respeto por todas las víctimas del gobierno militar" y expresó "toda" su "solidaridad a la familia Olivera".

Entre otras descripciones y preguntas que planteó en su exposición, Milani señaló que "nunca" en sus "45 años de servicio" vio a "un oficial de servicio -la función que cumplía en el momento de los hechos investigados- salir de una unidad para cometer una actitud demencial como un abandono de servicio, que estaba penado con la destitución, para ir a detener a una persona que no conocía".

"Nunca en mi vida torturé, secuestré, ni maté", acotó el militar.

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