OSVALDO JALDO
Gestos alineados con emociones
En todo el debate su gestualidad estuvo alineada con sus emociones. Hubo una gestualidad controlada, bien dirigida, con gestos ilustradores claros. Tuvo movimientos simétricos, con las manos expuestas. Se lo vio centrado en sus emociones, levemente alterado en el debate libre de los ochos minutos. Diría que fue el mejor de los cuatro oradores, con un mensaje claro y contundente, con todas sus emociones en línea con su discurso.
BEATRIZ MIRKIN
Podría haber sido más enfática
Tuvo una gestualidad contenida, de orden flemático, con un discurso coloquial. Fue la que tuvo una mayor proximidad en los elementos discursivos con la cotidianidad del ciudadano común. En todo momento se la vio tranquila, con un discurso asertivo. Podría haber sido un poco más enfática en algunos momentos para acompañar sus palabras. No obstante eso, hubo una coherencia entre su gestualidad y su tono discursivo.
JOSÉ MANUEL PAZ
Su cuerpo se manifestó rígido
Él o su equipo decidieron que las consignas iban a ser leídas. Su cuerpo se manifestó rígido, que es lo que suele suceder cuando nos ceñimos a un papel. Las manos estuvieron ocultas, lo que transmite desconfianza. Hubo cierres, cuando no estuvo ceñido al papel, en los que su cuerpo se expresó con movimientos pendulares, que implican inconsistencias. Sus emociones fueron reprimidas al ceñirse a un papel.
E. VERÓN GUERRA
Tuvo un paralenguaje estable
En gran parte del discurso ha tenido sus manos ocultas. En el debate libre tuvo los puños cerrados, lo que manifestaba ira, negatividad hacia lo que estaba viviendo en ese momento. Su discurso fue sostenido y su paralenguaje, estable. Por momentos se lo vio levemente con el brazo izquierdo en forma de jarra. Eso se hace de manera inconsciente cuando la persona tiene ensimismamiento en posturas de autoridad.