EL CAIRO, Egipto.- El derrocado ex presidente islamista Mohamed Mursi, el primer presidente elegido democráticamente en la historia moderna de Egipto, falleció ayer a los 67 años, tras sufrir un desmayo en un tribunal después de comparecer en una audiencia.
Mursi, destacada figura de la agrupación Hermanos Musulmanes, estaba preso desde que fue derrocado por militares en 2013, tras protestas masivas en su contra.
El fiscal dijo que Mursi se desplomó en la sala de audiencias poco después de hablar y que fue declarado muerto en el hospital. Los controles iniciales no habían mostrado signos de lesiones recientes en su cuerpo, informó. “Estuvo hablando ante el juez por 20 minutos, estuvo muy exaltado y se desmayó. Fue llevado a un hospital, donde murió”, dijo otra fuente.
Los Hermanos Musulmanes describieron la muerte de Mursi como un asesinato y llamaron a las multitudes a reunirse en su funeral en Egipto y fuera de las embajadas egipcias en todo el mundo.
“Ni el impacto de las noticias ni la prisa por difundir información sobre detalles de la muerte cambiarán las características de este asesinato”, dijo el grupo islamista en un comunicado en su sitio web.
La familia de Mursi ya había advertido que su salud se había deteriorado en prisión y que rara vez se les permitía visitarlos. La organización Amnistía Internacional denunció en febrero que Mursi sólo había recibido tres visitas desde que fue detenido, tras el golpe de Estado que encabezó Abdelfatah al Sisi, en aquel entonces ministro de Defensa.
Tras décadas de represión bajo gobiernos autócratas, los Hermanos Musulmanes ganaron una elección parlamentaria, tras un levantamiento popular que derrocó a Hosni Mubarak en 2011.
Mursi fue elegido en 2012, en las primeras elecciones presidenciales libres de Egipto, tras lanzarse a la carrera electoral a último momento, cuando se produjo la descalificación del empresario Khairat al-Shater debido a un tecnicismo.
Su victoria marcó una ruptura radical con los militares, que habían respaldado a todos los líderes egipcios desde el derrocamiento de la monarquía, en 1952.
Mursi estaba cumpliendo una sentencia de 20 años de cárcel por una condena relacionada con la muerte de manifestantes durante las protestas de 2012 y una cadena perpetua por espionaje en un caso relacionado con Qatar. (Reuters)