Los casos que manifiestan la inseguridad que se vive en el parque 9 de Julio

Entrar al pulmón principal de la ciudad se convirtió en una situación de riesgo.

BIEN ATENTOS. Correr en el parque puede convertirse en una situación de peligro. BIEN ATENTOS. Correr en el parque puede convertirse en una situación de peligro.
06 Septiembre 2019

1. El ladrón que se disfrazó de atleta

“Un día vino un tipo en bicicleta que me atacó desde atrás porque quería asaltarme. Me tocó entera y me golpeó. Yo traté de defenderme mientras gritaba”, expresó Sandra Iturre, una deportista que suele correr en el predio cada mañana. “Quería sacarme el celular. Por suerte dos personas me ayudaron, pero fue horrible la situación”, dijo la deportista, que además contó que fue testigo de un robo a una chica en otra zona del parque, frente a los hoteles por avenida Soldati. “El chico se hizo pasar por uno que entrenaba y le sacó el teléfono. ¡Hasta eso, simuló entrenar!”, agregó entre risas.  

2. Corredora sorprendida  

Lilia Iturre, una farmacéutica y maratonista, dijo estar cansada de la inseguridad que padecen los deportistas tanto en el parque como en distintos sectores de la provincia. “Un domingo cerca de las 11 estaba corriendo y desde lo que me pasó ese día, decidí no correr más en el parque. Soy corredora desde hace más de 25 años y ahora tengo miedo, me da bronca”, señaló. La profesional contó que una mujer la interceptó mientras corría para quitarle el teléfono pero como no lo tenía encima, optó por llevarse sus zapatillas. “Me dejó descalza. Me tiró al piso y me manoseó”, se quejó.

3. Le desvalijaron el auto

Juan Carlos Pereyra fue a probar sus nuevos señuelos de pesca en el lago San Miguel. Dejó su Fiat Palio estacionado a metros de Espacios Verdes. “Estuve pescando por media hora. De pronto sentí que sonaba la alarma del auto, cuando intenté ver qué estaba pasando, observé a dos chicos escapando en moto. Me rompieron el vidrio de la ventanilla para sacarme una bolsa en la que tenía los zapatos que me había cambiado para poder practicar”, explicó. El pescador contó que la gente del lugar le contó que eran comunes los robos ahí. “Por esa experiencia, no volví más al lago. Es una lástima que ocurra algo así. Los delincuentes nos están corriendo de todos lados”, se quejó Pereyra.  

4. El robo de un equipo de salud

La semana pasada, Belén Jiménez Suárez estacionó su automóvil en la zona de avenida Soldati y calle Cuba, en la capital. Desconocidos forzaron luego el rodado y sustrajeron su mochila, donde tenía el control remoto de un neuroestimulador medular. Le habían implantado ese equipo hace pocas semanas, lo que le permitía soportar un dolor crónico de columna. Familiares y amigos iniciaron una campaña en las redes sociales para recuperar el dispositivo, ofreciendo hasta una recompensa a cambio del aparato que le permitía pasar sus días sin dolor. La joven, a la vez, radicó la denuncia en la seccional 1ª. En ese momento, se realizaron averiguaciones: se identificó a personas que habían concretado ese tipo de delito en la zona anteriormente, utilizando el mismo modus operandi. Dos días después, personal de esa dependencia policial realizó dos allanamientos en Villa 9 de Julio. En medio del procedimiento, una persona entregó el material de manera voluntaria. “Pudimos determinar que el autor del robo sería una persona con antecedentes”, informó el jefe de la comisaría, Juan Ibáñez.

Los serenos que quedaron demorados

La Dirección de Espacios Verdes había dispuesto el martes que ingresaran dos personas a cubrir el cargo de sereno en la zona de El Rosedal, el lugar denunciado como el más inseguro de todo el parque 9 de Julio. Esa noche, un grupo de trabajadoras sexuales se encontró con los vigilantes y denunció ante la Policía que, supuestamente, no las dejaban trabajar. “Estos chicos fueron presos porque creyeron que eran unos asaltantes o unos sospechosos que rondaban por el lugar, pero eran mis serenos. Imagínese que no quisieron volver a trabajar. Vivimos cambiando de cuidadores por lo peligrosa que es la zona y además, al no tener protección, tienen miedo. Esto ya no puede pasar”, expresó la directora Valeria Amaya.

Dañaron las obras y el caso “Meditación”

Amaya dijo que el organismo no había recibido todavía la autorización judicial para instalar otra vez la estatua “Meditación”, en el parque 9 de Julio. “La gente hace daño. Días atrás desconocidos rayaron y escribieron una escultura de Raúl Alfonsín. La tenemos guardada (por la ‘Meditación’) y todavía no se la pudo restaurar, porque no nos dieron la aprobación aún”, expresó. La obra había sido sustraída el 1 de agosto del año pasado. Dos meses después, fue hallada. En la Justicia habían confirmado la devolución y habían dicho que no existía impedimento para reponerla. “Tenemos muchas ideas para octubre. Queremos hacer una recorrida escultural, pero necesitamos solucionar el tema de las estatuas”, enfatizó Amaya.

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