En 7 de Abril, Macri hizo quitar las vallas

RODEADO. Macri (de traje, al centro), fue rodeado por vecinos y productores agropecuarios que quisieron saludarlo y sacar fotos de su paso por 7 de Abril.

Un acto junto con productores para visitar una obra ferroviaria terminó con el presidente, Mauricio Macri, rodeado por 500 personas. En un hecho inédito, miembros de la custodia presidencial quitaron las vallas para que la gente pueda saludar al mandatario. “Gracias por venir, los quiero mucho”, respondió Macri al cariño de quienes se habían agolpado para recibirlo.

“Esto sí es verdaderamente algo espontáneo; el Presidente pidió hacer esto para estar cerca de la gente”, comentó entusiasmado Marcelo Rojas, concejal macrista de Yerba Buena. “La verdad que no lo esperaba, ha sido algo súper motivador”, agregó. “Esto es increíble”, festejaba el diputado nacional José Cano junto con el funcionario nacional Domingo Amaya (ex kirchnerista), que encabeza la lista para diputados nacionales.

Vallado temporal

Un primer cerco, custodiado por policías federales, era el primer control para quienes quisieran estar presentes en el acto presidencial. A metros de las vías del Belgrano Cargas, otro cercado marcaba el último límite. El productor agropecuario Gonzalo Blasco, de quien se había viralizado un audio de Whatsapp prometiendo un bono de $ 5.000 a sus trabajadores si Juntos por el Cambio llegaba al balotaje, hacía pasar a los productores tucumanos, salteños y santiagueños. Unos 200 pasaron al galpón de la firma a cargo de recuperar las vías. “Paso con mi niñera”, dijo una productora para que permitan pasar a una mujer que cargaba dos niños.

Del lado de afuera del vallado, Isabel Calvente pedía que la dejen pasar. “Vengo a hacer fuerza por el Presidente. Vamos a dar vuelta el resultado ficticio de las PASO. Muchos se han arrepentido porque si vuelven los Fernández (por los candidatos del Frente de Todos Alberto Fernández y Cristina Fernández), no vamos a volver a nada bueno”, acotó la mujer de Garmendia, a 42 kilómetros al sur.

Más cerca de la vía, Marisa Juárez agitaba una banderita de Argentina. “Vengo a verlo cerca, desde que tengo conocimiento, es la primera vez que viene un presidente al pueblo”, contó la mujer, que vive hace 35 años en 7 de Abril. Dijo que le escribió una carta al jefe de Estado, y se la dio a su hijo, que trabaja en la empresa que coloca las vías del tren, para que se la haga llegar. “Tenemos muchos problemas con el agua potable, en casi la mitad de la localidad. En verano sólo tenemos un hilo de presión y de madrugada”, agregó.

Detrás de Juárez, aguardaban Oscar y Clara Liliana. “Cuando se votaba pedí que este hombre sea presidente para recuperar todo lo derrochado”, comentó la pareja, que se trasladó desde El Remate, en Santiago del Estero.

Mientras pasaban los minutos, la gente comenzó a agolparse. “¿Nadie tiene cartas para entregar?, consultó una organizadora. Durante la espera, las conversaciones eran de ánimo, para revertir el resultado de las PASO. “No puede volver esa vieja chorra”, era el comentario repetido, refiriéndose a la antecesora de Macri.

“Nosotros estamos siempre lejos de Salta capital, somos de un pueblo agricultor y venimos a verlo al Presidente por eso”, contó Ada Luz Iglesias. “Somos muchos los que lo seguimos al Presidente en Rosario de la Frontera, casi toda Rosario es de Cambiemos. Quiero hacerle llegar nuestra solidaridad, y pedir que se hagan conocer sus obras. Que siga gobernando y que tenga un plan de gestión inclusivo con el interior”, agregó la productora. A su lado, Margot Cervera encendía un cigarrillo y estiraba su remera de Cambiemos, para que esté impecable. “Vengo a apoyarlo a Macri con el deseo de que se dé vuelta todo, que no vuelva la vieja”, afirmó.

A las 17.20 ingresaron dos camionetas con la comitiva oficial: llegaba Macri, junto a Cano y Amaya. “¡Sí se puede! ¡Sí se puede!”, comenzó a gritar la gente el jingle de campaña del macrismo.

Dos custodios retiraron las vallas, con la condición de que se formara un pasillo para que pase la comitiva desde el predio de la empresa constructora hasta las vías del tren. La multitud intentó llegar a Macri, para sacarse fotos y abrazarlo. Edith Costilla, de Quebracho Coto (Santiago del Estero), lloraba: “esta visita va a quedar en la historia. Es un presidente honesto”, explicaba su emoción. Tras 20 minutos, Macri se retiró del lugar.

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