El candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, disertó esta tarde en la Fundación Mediterránea, en Córdoba, como parte de un ciclo de almuerzos en los que se habla y se debate sobre economía. La deuda que ha tomado la Argentina durante el gobierno de Mauricio Macri fue el tema central de la exposición del candidato que sacó la mayoría de votos en las elecciones primarias PASO.
"Es increíble lo que hicieron. Hoy la deuda argentina alcanza el 100% del PBI, mientras que en 2015 era el 38%. En aquel momento nosotros pagamos toda la deuda al FMI, una deuda de décadas, iniciada en la dictadura. Pero la pagamos entera, eran U$S 9.800 millones; hoy debemos más de U$S 57.000 millones. Es impresionante que en tan poco tiempo se haya generado tal deuda, en un año", cuestionó con dureza.
Sin embargo, Fernández se mostró tranquilo y optimista frente a la situación si es que eventualmente gana las elecciones. Volvió a insistir en que no está en sus planes dejar de pagar las obligaciones, pero sostuvo que la única manera de hacerlo será con una negociación "seria y sensata con los acreedores".
Nuestro país no emite dólares, entonces, para conseguirlos, necesitamos exportar. No podemos pagar si no podemos crecer", expresó Fernández
Por primera vez, el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo delineó un plan para salir del endeudamiento. Propuso una salida "a la uruguaya", que consiste principalmente en extender los plazos de pago, sin quitas de intereses ni de capital, como lo hizo el vecino país durante la crisis de 2003.
Al mismo tiempo, señaló que será fundamental que la entidad crediticia extranjera le permita crecer a la Argentina. "Nuestro país no emite dólares, entonces, para conseguirlos, necesitamos exportar. No podemos pagar si no podemos crecer", explicó.
Fernández comparó la negociación del inicio del Gobierno de Néstor Kirchner con el FMI y con las tratativas que deberá afrontar la próxima gestión. "Hoy no podemos decirles a los acreedores que esta deuda la tomó una dictadura, sino un gobierno democrático", asintió, aunque sostuvo que cree que no habrá mayores problemas en negociar la extensión de plazos.
El compañero de fórmula de Cristina volvió a fustigar al gobierno de Cambiemos cuando planteó una cuestión semántica vinculada a la deuda: "en otras épocas esto se llamaba default. En el posmodernismo lo llamamos 'reperfilamiento', pero en el fondo lo que estamos diciendo es lo mismo, y es que no podemos pagar", subrayó.
En otro pasaje de su discurso consideró clave el consumo y la exportación para recomponer una "economía deteriorada por la caída del consumo", al añadir que lo que más daño hizo al Gobierno de Cambiemos es la restricción en los aumentos salariales tratando de que la gente no tuviera dinero en el bolsillo para consumir, con la idea de que si se consume menos baja la demanda y bajan los precios, pero en Argentina no ocurre eso.
En ese contexto reflejó que Argentina es un país que consume el 70% de lo que produce, entonces cuando baja el consumo baja la producción, cuando baja la producción afecta al empleo y cuando afecta al empleo genera pobreza.
"Pobreza es lo único que se ha producido en el país en estos años. Cinco millones de la clase media cayeron en el umbral de la pobreza", afirmó.