El VAR le quemó el libreto a Alfaro

El VAR le quemó el libreto a Alfaro

Esta vez la jugada le salió mal a Gustavo Alfaro. Apenas comenzó el partido, el VAR le quemó el libreto. El penal cobrado por esa vía -es el cuarto que le otorgan a River en los mano a mano de esta Copa Libertadores, una tendencia que se fue marcado en los últimos tiempos- lo desarticuló por completo. Cuando no le quedó otra que arriesgar, se descompensó de tal manera que pudo sufrir una derrota más amplia. Los últimos 20 minutos del primer duelo fueron un anticipo de lo que será la revancha. Al “Xeneize” no le queda otro remedio que salir a jugarse entero en La Bombonera.  Justamente lo que el “Millonario” necesita para desplegar el juego que más le gusta: hacer circular la pelota con rapidez y precisión para aprovechar los espacios en los metros finales de la cancha.

En una serie de 180 minutos, el primer partido nunca es decisivo. Sin embargo, River allanó gran parte del camino que conduce a Santiago del Chile para jugar la final con su victoria de local. Y es que más allá del resultado, el juego de ambos equipos inclina la balanza a favor del “Millonario”. Boca se siente cómodo sin la pelota. Le gusta esperar, se hace fuerte defendiendo y trata de sacarle el juego a las chances que se les presentan. No le funcionó esta vez y terminó pagando un precio alto.

Dicen que en este tipo de definiciones, donde el gol de visitante tiene un valor determinante, el mejor resultado es un 2 a 0 jugando en casa. Si River marca en La Bombonera, Boca tendrá que hacer cuatro. La cuesta es muy empinada para los dirigidos por Alfaro. En los mano a mano, el “Millonario” se agranda y el “Xeneize” lo sufrió una vez más.

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