"Pancho" Amaya, un "infiltrado" que asistió en silencio al triunfo de San Martín

El militar, quien está radicado hace 22 años en Tandil, se dio el gusto de presenciar el encuentro contra Santamarina.

Amaya, junto a su juho Benicio, se fotografió con Gonzalo Rodríguez, uno de sus ídolos. Amaya, junto a su juho Benicio, se fotografió con Gonzalo Rodríguez, uno de sus ídolos.
18 Noviembre 2019

Ni la distancia puede menguar la pasión que lo invade cada vez que San Martín juega cerca de Tandil, ciudad ubicada a 392 kilómetros al sur de la Capital Federal. Francisco Amaya, que desde hace 22 años está radicado en Tandil, pudo darse el gusto de ser uno de los pocos tucumanos que, aunque sea en el silencio, alentó a su San Martín querido.

Y estuvo "infiltrado" en el estadio Municipal General San Martín de la ciudad bonaerense donde el deporte más popular es el tenis, con Juan Martín del Potro como su estandarte.

“Pancho”, nacido hace 45 años en Villa Mariano Moreno, es un militar que desde hace más de dos décadas presta servicio en la 6° Unidad Aérea de Tandil. Allí formó una hermosa familia con Soledad, una tandilense que es hincha de Santamarina y que le dio dos hijos: Felicita (19) y Benicio (7).

Amaya, por motivos de su profesión, en 2017 estuvo integrando la misión argentina de los Cascos Azules, en Chipre, en el marco del acuerdo con la fuerza de las Naciones Unidas para el Mantenimiento de la Paz en Chipre (Unficyp).

Desde el mismo momento que el plantel “Santo” desembarcó en Tandil, “Pancho” se convirtió en uno más del grupo.

“Desde que conocí el fixture y supe que San Martín iba a venir a Tandil, comencé a imaginar este momento. La mitad de mi vida la pasé acá, pero eso nunca pudo hacer que mi pasión por San Martín disminuyera en lo más mínimo. Los últimos días casi no dormí por la ansiedad de volver a ver a mi equipo querido. Mi mujer puede dar crédito de lo que digo, ella no comprende como una camiseta me puede movilizar así. Este es un sentimiento que lo llevo desde la cuna”, señaló.

El diálogo de “Pancho” con LG Deportiva se produjo momentos antes de fuera a buscar en el jardín de infantes a su hijo Benicio para llevarlo hasta el hotel Libertador, donde estuvo alojada la delegación del “Santo”. Hay cosas que sólo la pasión puede concebir. La historia de "Pancho" es una de ellas.

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