Atlético picó y lo picaron

El "deca" estuvo dos veces en ventaja y acabó conformándose con un punto tras quedar con 10.

Atlético picó y lo picaron LA GACETA/ FRANCO VERA

Los centrales de San Lorenzo fallaron en el primer gol de Leandro Díaz. Marcelo Ortiz no llegó a cerrar en el centro que derivó en el 1 a 1. Fabricio Coloccini y Gonzalo Rodríguez vuelven a perder la marca y Javier Toledo pivotea perfectamente para que Leonardo Heredia clave ese golazo que significó el 2-1. En el 2-2 final, son los defensores de Atlético los que se equivocan y dejan solo a Nicolás Blandi. ¿Y los bichos? ¿A quién le echamos la culpa de los miles que no sólo molestaron a los jugadores y a los hinchas sino también a la televisación del partido? A nadie.

Lamentablemente para los que necesitan señalar un responsable siempre, no podemos encontrar a nadie aquí. Y más allá de que hay errores puntuales en los goles   ayer, la situación de los insectos sirve para tomar con resignación el empate. Sí, pudo ser un triunfo, teniendo en cuenta que el segundo empate llegó a falta de cinco minutos para el final, pero en frente estaba San Lorenzo, que presionó, presionó y presionó hasta que lo empató e incluso pudo llevarse el triunfo, con un jugador más.

Duele porque hubiese sido la sexta victoria consecutiva y asegurarse una noche en la cima de la Superliga, pero no había lugar para reproches. Aún habiendo perdido solidez defensiva, algo en lo cual cimentó su seguidilla de victorias. Atlético volvió a recibir dos goles en un solo partido luego de 10 fechas, cuando Aldosivi le convirtió tres en Mar del Plata.

Duele también porque estuvo dos veces en ventaja y no supo aguantarlo, algo en lo que obviamente no pecó durante sus cinco victorias consecutivas: cada vez que se puso al frente, terminó ganando.

Pero hay cosas que no duelen, todo lo contrario. La astucia ofensiva de la que carecía a comienzos del torneo sigue ahí, latente. Incluso el entretiempo, con el equipo arriba 1-0, la sensación era de que se podían haber hecho dos goles más. Las chances de gol están. Incluso sin Díaz que se fue lesionado. El equipo encontró en Toledo (de gran partido) un asistidor y en Leonardo Heredia, un nuevo goleador, el octavo distinto para el “Decano” en la temporada.

Todo eso frente a un equipo grande que, es cierto, no pasa su mejor momento pero tiene jugadores para poner en aprietos a Atlético como lo hizo en los minutos finales. Se aprovechó, claro, de la expulsión justa de Cristian Erbes, una baja más que sensible para el equipo de Ricardo Zielinski. A partir de ahí, el equipo no fue el mismo. Igual de justa hubiese sido la expulsión de Ramón Arias, por el codazo que le propinó a Toledo, que ninguno de los tres árbitros vio.

Se aprovechó también San Lorenzo de que en el banco tenía a Nicolás Blandi. Coincidiremos todos en que no es su mejor momento, pero sigue siendo un delantero titular en cualquiera de los equipos no grandes de la Superliga. Adelante suyo está una de las mayores promesas en esa posición: el juvenil Adolfo Gaich. Los hermanos Ángel y Óscar Romero también fueron dignos de cuidar y cuando se los descuidó, llegaron los problemas.

“Creo que fue la lluvia de anoche”, dijo Bruno Bianchi sobre los insectos, en referencia a la tormenta del viernes por la noche. La consulta había sido por los bichos y por más que el defensor de Atlético, al final de todo, parecía encontrar una culpable a la invasión de artrópodos, será imposible ir a reclamarle a la lluvia algo.

Así como es imposible reprocharle a Atlético algo tras el empate de anoche, por más doloroso que fuera. Molestó (el enjambre de insectos y el 2-2 final), pero habrá que sobarse la muy pequeña herida y seguir adelante.

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