Bolivia deja atrás las jornadas de violencia callejera

El saldo de la represión suma 33 muertes.

LUTO. Dos mujeres dejan ofrendas florales en pequeños monumentos. reuters LUTO. Dos mujeres dejan ofrendas florales en pequeños monumentos. reuters
26 Noviembre 2019

SACABA/LA PAZ.- Los bolivianos comenzaron a remover los “piquetes” en las calles y van llegado a acuerdos de paz, tras un mes signado por protestas y enfrentamientos mortales que han convulsionado y dividido a la nación. Todo se desató luego de una disputada elección presidencial que derivó en la renuncia del líder izquierdista Evo Morales, amenazado por levantamientos militares y policiales.

Cientos de personas en la ciudad de Sacaba, una de las áreas más afectadas por la violencia, guardaron ayer un minuto de silencio por las 33 personas que murieron desde la votación del 20 de octubre, según las estimaciones oficiales.

Desde la región montañosa de Cochabamba hasta La Paz hay indicios de que lo peor de la violencia pasó, ya que los políticos y líderes sociales acordaron celebrar nuevas elecciones para bajar el nivel de la confrontación.

“Estamos volviendo a la normalidad después de algo tan duro y tan dramático, pero creo que estamos avanzando”, dijo a periodistas la presidenta de facto Jeanine Añez, quien el domingo presentó un pedido formal para celebrar nuevas elecciones.

Bolivia, liderada por Morales desde 2006, se sumió en el caos después de que las elecciones de octubre se vieron envueltas en una controversia a medida que crecían las sospechas de que habían sido manipuladas.

Finalmente Morales fue obligado a renunciar en medio de protestas generalizadas y después de que las fuerzas policiales y militares le retiraran su apoyo y le pidieran su dimisión. El líder, representante de los pueblos originarios, denunció un golpe de Estado y se exilió en México, gracias a un salvoconducto que le ofreció el presidente Mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

La aprobación de la ley para elecciones “es una reflejo de que en el ámbito legislativo los políticos han encontrado un espacio común por el bien del país”, dijo a la prensa León de la Torre, embajador de la Unión Europea (UE) en Bolivia.

“Creo que ese esfuerzo que han hechos los políticos debe traducirse también y trasladarse a las calles en Bolivia para que los ciudadanos entiendan que la reconciliación es lo primero, que se inicia dentro de muy poco ya el proceso electoral, que las diferencias que pueda haber en la población se van a dirimir en el ámbito democrático electoral”, agregó.

La renuncia de Morales del 10 de noviembre provocó un período violento y volátil cuando sus partidarios bloquearon rutas estratégicas para detener el flujo de combustible y alimentos a las principales ciudades. El Ejército se movilizó contra ellos en una represión cargada de violencia.

La presión sobre el Gobierno de Añez fue en aumento y los partidarios de Morales la culparon por la violencia. Añez y los militares dicen que no han usado fuerza excesiva y apuntan a Morales por avivar los disturbios.

“Hemos tenido muchos tropiezos, pero esperamos que de ahora en adelante, como es el pedido de todos los bolivianos, avancemos y tengamos elecciones muy pronto”, expresó Añez.

En Sacaba, donde nueve personas murieron por la represión de fuerzas de seguridad durante las protestas, un jefe clave del sindicato de cocaleros y aliado de Morales dijo a Reuters que los grupos movilizados ahora trabajarían para “pacificar el país y prepararse para las próximas elecciones”.

“Mantenemos nuestra firme posición de que el Gobierno constitucional de nuestro hermano presidente Evo Morales ha sido usurpado e interrumpido por la fuerza”, afirmó Andrónico Rodríguez. (Reuters)

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