Por Martín Soto
30 Diciembre 2019
SESIÓN MARATÓNICA. El 10 de diciembre, el Consejo Superior resolvió que el ingreso a Medicina sea sin cupo en 2020 y sin examen en 2021. la gaceta / foto de ines quinteros orio (archivo)
Reuniones, sesiones extraordinarias, entrevistas y diálogos de todo tipo. La decisión del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) de eliminar el cupo de ingreso en la carrera de Médico obligó a las autoridades de la Facultad de Medicina a actuar con celeridad antes del receso de verano. En sólo 20 días realizaron al menos una decena de encuentros con consejeros, docentes y autoridades para replantear su Plan de Desarrollo Estratégico para 2020.
El decano Mateo Martínez explicó que la decisión política tomada por la Universidad repercute de manera directa en las previsiones presupuestarias. “Hablar de ingreso irrestricto con restricciones presupuestaria es todo un tema”, dijo. También informó que se vieron obligados a dejar truncos al menos 10 acciones de programas institucionales por insuficiencia de presupuesto. “Todo el Plan Estratégico de Desarrollo se ve conmocionado ante la falta de certidumbre que implica una apertura irrestricta al ingreso a la Carrera de Médico”, manifestó el decano en diálogo con LA GACETA.
Martínez recibió el viernes en su despacho a autoridades de Amaicha para informar sobre las consecuencias que tendrá en la comunidad del Valle Calchaquí la resolución del Consejo Superior (se informa por separado). Posteriormente, explicó que desde el Decanato hicieron un análisis de la evolución histórica de los últimos años del examen de ingreso con cupo para estimar qué les puede deparar 2020. “Creemos que puede haber un ingreso de una matrícula de hasta un 50 % más a lo que veníamos teniendo”, explicó. Es decir que el nuevo número de alumnos saltaría de unos 360 hasta unos 500. Esto representaría poco más de un 10% de los aspirantes preinscriptos para rendir el próximo año (son alrededor de 4.300).
El Decanato de la Facultad de Medicina de la UNT informó a través de un comunicado que ante una potencial masividad en la carrera, que demandará más aulas, docentes y equipamientos para el primer año, hay metas de los programas institucionales que serán de “imposible cumplimiento en 2020” de no haber mayores fondos, como ser: gestiones orientadas a abrir la carrera en Catamarca; el desarrollo de la carrera de enfermería programada a dictarse en Amaicha; continuar con el programa de Enfermería itinerante en el interior de la provincia; el fortalecimiento institucional de Kinesiología; la asignación presupuestaria para Obstetricia; la ampliación de aulas en el Hospital Padilla; la construcción de aulas en la Maternidad, entre otros.
Nivelación desfavorable
Si bien a través de un comunicado la Facultad de Medicina recalcó que “se continuará sosteniendo como propósito central, lograr condiciones dignas de enseñanza-aprendizaje para garantizar egresados de calidad y resguardando los derechos básicos de las personas”, el decano consideró que las consecuencias de un ingreso libre e irrestricto (está previsto para 2021) tendrá consecuencias perjudiciales a futuro.
“Los efectos de la educación no se ven en un día ni en un mes, se ven en años y en décadas. Es por eso que las decisiones que toman las autoridades institucionales tienen que medir el impacto a mediano y largo plazo, no sólo el impacto hoy. Tememos fuertemente, y tenemos razones para ello, de que el impacto a medio y largo plazo va a nivelar a la Facultad de Medicina, pero no precisamente para arriba”, cuestionó Martínez.
Según estadísticas de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) de la Nación, desde 2008 a 2017, revelaron que la tasa de ingresos y egresos Medicina ascendió a casi el 92 %, mientras que la del resto de la UNT rondó el 17 %. El porcentaje de egresados de Medicina es más de cinco veces mayor que el de la suma de las otras 95 carreras que dicta la Universidad (72 carreras de grado, 17 de pregrado y 7 carreras ofrecidas por las escuelas preuniversitarias).
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