Los líderes de opinión viajan, en muchos casos, a contramano de la opinión de las urnas. O al menos eso es lo que muestra la última Encuesta a la Prensa Latinoamericana (Ipsos, diciembre de 2019), donde el presidente Alberto Fernández, que en octubre obtuvo el 48 % de los votos, cosecha el favor de apenas el 30 % de los ciudadanos argentinos más informados e influyentes. Mientras que el 66 % de los líderes de la opinión pública nacional desaprueba la figura del jefe de Estado.
De acuerdo con el estudio de esta consultora regional, el líder latinoamericano con mayor aprobación entre las personas que difunden sus puntos de vista en los medios de comunicación es el presidente saliente de Uruguay, Tabaré Vázquez. Sin embargo, que él cuente con 66 % de opinión favorable no le ha servido de mucho al ex candidato a presidente de su partido, Daniel Martínez, que cayó en noviembre ante el ahora mandatario electo, Luis Lacalle Pou.
En el otro extremo, la mayor desaprobación la padece el venezolano Nicolás Maduro: el 96 % de los líderes de opinión lo rechaza. Tampoco cuentan con demasiado favoritismo el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, cuya aprobación se limita al 21 % de los encuestados, y el de Brasil, Jair Bolsonaro, que cuenta con el 25 % de opinión favorable.
Además, siete de cada 10 consultados desaprueba al ex presidente boliviano Evo Morales, y ese número sube a ocho de cada 10 entre los líderes de su país. Morales es mejor recibido en Argentina (43 % de opinión favorable), país que hoy lo acoge, y América Central (47 %).
Por su parte, la figura que más se ha apagado en los últimos meses es la del presidente de Chile, Sebastián Piñera, que en agosto del 2019 ocupaba el primer lugar con 68 % de aprobación y ahora cae al séptimo con 32 %. “Piñera, que desde el 2018 ocupaba los primeros puestos en el ranking, bajó 36 puntos desde la última medición a raíz de los conflictos que acontecen en Chile”, explica el informe, firmado por el director general de Ipsos, Alfredo Torres Guzmán, y los responsables de la consultora en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, América Central, Ecuador, México y Perú.
La región, cuyo panorama política general había virado desde la derecha hacia la izquierda y desde la izquierda hacia la derecha a lo largo de las últimas dos décadas, ahora afronta un período más heterogéneo, donde conviven la extrema derecha (cuya cara más visible es Bolsonaro), el centro (en, por ejemplo, la persona del presidente de Perú, Martín Vizcarra) y el socialismo del siglo XXI, que ha pasado por buenas y malas en el último tiempo (ha festejado las victorias de Andrés López Obrador en México y de la fórmula Fernández-Fernández en Argentina, pero también ha transitado la renuncia de Morales en Bolivia y la decadencia del chavismo, denunciado por múltiples violaciones a los derechos humanos y enfrascado desde hace años en una grave crisis política, económica y social).