Tenía 41 años y era jugador estrella de Los Ángeles Lakers, equipo en el que se consagró como ídolo máximo luego de permanecer 20 temporadas.
De Filadelfia e hijo de un ex jugador de básquet que luego se convirtió en entrenador, Bryant dedicó toda su vida a entrenar para ser el mejor.
Pasó por varios clubes hasta que Los Angeles Lakers pusieron sus ojos sobre él y le dieron una oportunidad. Allí logró ganar cinco campeonatos y ser anotador estrella.
Cinco títulos en la NBA lo han llevado que especialistas y fanáticos del deporte lo reconozcan como el heredero de Michael Jordan y en anotador histórico luego de Le Bron James.
Además, representó a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012, llevándose el oro.
Debido a problemas de salud, se retiró de las canchas en abril de 2016 cuando tenía 37 años.
Técnica, físico y capacidad de juego es lo que definió toda su carrera: en 2008 lo eligieron como “jugador más valioso” y, en 2009 y 2010 fue galardonado como mejor jugador de las finales de la NBA. Brilló durante 18 temporadas en el Juego de las Estrellas, donde una vez más, se llevó los máximos reconocimientos.
Pero el deporte no fue lo único que lo llevó a estar en todas las portadas. Una acusación de abuso sexual y peleas con sus compañeros de equipo, en especial con Shaquille O´neal y con su entrenador Phil Jackson.