"Me lo voy a llevar de trofeo", dijo uno de los rugbistas antes de matar a Fernando

"Después le reventó la cabeza contra el cordón", declaró la testigo que intentó reanimar al joven a la salida del boliche.

LA ESCENA. Fernando Báez Sosa en el suelo, luego de sufrir la mortal agresión de los rugbistas de Zárate. LA ESCENA. Fernando Báez Sosa en el suelo, luego de sufrir la mortal agresión de los rugbistas de Zárate.
31 Enero 2020

La adolescente que intentó reanimar a Fernando Báez Sosa, el joven asesinado el 18 de enero tras salir de un boliche en Villa Gesell, aseguró hoy que uno de los rugbiers que lo golpeó gritaba “me lo voy a llevar de trofeo” y luego “le reventó la cabeza contra el cordón”.

Tatiana (17) contó a la prensa que esta mañana declaró como testigo ante la fiscal del caso, Verónica Zamboni, y si bien dijo que no podía dar a conocer algunos detalles, contó lo que vio esa madrugada.

La joven recordó que ella estaba en la puerta del boliche y de repente vio a dos jóvenes “enormes” que estaba pegándole a Fernando y a un amigo.

“Eran pibes creyéndose zarpados por pegarle a otro que no tenía reacción y sin importarles nada. Dos personas a las que pude identificar, pero no puedo dar nombres”, aseguró la testigo, que brindó esa información en su declaración.

La joven describió que eran “cinco o seis pegándole a un pibe en el piso, diciéndole 'negro de mierda, villero'” y que “un enfermo se acercó a grabar a Fernando en el piso y otro le gritó, 'dale matalo'”.

“Ahí le dice 'me lo voy a llevar de trofeo, quedate tranquilo', lo puso contra el cordón de la calle y le reventó la cabeza”, afirmó Tatiana con respecto al momento en que se habría producido la muerte de Báez Sosa.

La joven sostuvo que se quiso meter, pero no pudo porque “no podían pararlos, eran una máquina de golpear”.

“A mí me desesperó siendo mujer, teniendo 17 años, no estando involucrada en la pelea, que hayan ido tantos pibes, me pareció todo una locura”, sostuvo la adolescente, quien pidió que “muestren el video que grabaron” los jóvenes que estaban allí presentes.

Por último, consideró que el hecho “no fue una pelea, fue una masacre, porque una pelea es algo de dos partes que se agarran a piñas o se insultan”, pero en este caso “fueron siete o seis contra dos pibes que no pudieron salir de eso”. (Télam)

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