El coronavirus sigue avanzando en España en la que se considera la "semana crítica" para constatar si las medidas de confinamiento están surtiendo efecto, tras registrar 514 muertes en las últimas 24 horas, lo que eleva el total de víctimas fatales a 2.696, mientras el número de contagios se incrementó en 6.584, hasta llegar a las 39.673 personas.
Además, 2.636 enfermos están ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 3.794 recibieron el alta médica, según el último balance del Ministerio de Sanidad.
A pesar de que la radiografía muestra un nuevo repunte de muertes y contagios, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias de España, Fernando Simón, destacó como positivo que ya "llevamos varios días en los que las cifras de fallecidos y curados están más a favor de los últimos".
"La imagen que vemos ahora en cuanto a transmisión refleja la situación de hace unos días", dijo Simón, quien insistió en que el país europeo atraviesa su semana "más dura", en la que se podrá comprobar si las medidas de confinamiento de la población adoptadas están siendo efectivas.
"Estamos viendo si tras las medidas agresivas y duras llegamos al pico y empezamos a doblegar la curva de contagios", afirmó el experto español, tras reiterar que el impacto de los nuevos contagios viene con un retraso debido al margen de 6 o 7 días entre que se tienen los síntomas y se notifica el caso positivo.
Por otro lado, Simón informó que se incrementó el número de profesionales del sector sanitario contagiados, que pasaron de 3.475 a 5.400 en dos días, lo que representa un 55% de aumento.
El sector sanitario, que cada noche a las 20 hora local recibe un aplauso multitudinario desde los balcones de toda España en forma de agradecimiento por su labor en la trinchera frente al coronavirus, denunció de forma reiterada en las últimas semanas la escasez de material de protección.
Simón reconoció que los contagios pudieron tener que ver con que las dificultades en "algunos momentos" a la hora de aportar los kits de "protección" a los médicos y enfermeros, pero esta situación, que se fue subsanando, tuvo que ver con las dificultades de acceso al material en el mercado mundial.
También explicó que dos o tres brotes de contagios en el inicio de la epidemia en España estuvieron relacionados con personal sanitario, uno de ellos en Igualada, Cataluña.
No obstante, frente al actual panorama una de las prioridades de las autoridades sigue siendo evitar el colapso del sistema sanitario, teniendo en cuenta que cuando se produzca la inflexión de la curva de contagios, el peso de los casos seguirá presionando sobre los hospitales, especialmente los servicios de cuidados intensivos.
Esto se debe a que el ingreso a la UCI en general tarda unos días, desde que se diagnostica al paciente, hasta que se espera a su evolución favorable o si empeora, explicó el jefe del Comité de expertos del gobierno español.
"El servicio sanitario va a tener un período de presión mayor que el resto de la población; y esta presión va a afectar a todo el territorio, de ahí que lo fundamental es racionalizar el uso de los servicios y contar con todo el material", advirtió Simón.
Con este escenario, el gobierno español aprobará hoy la prórroga del estado de alarma hasta el 11 de abril, decisión que mañana tendrá que ser validada por el Parlamento, que votará de forma telemática.
No participará de la votación la vicepresidenta Carmen Calvo, quien fue internada el domingo último con una infección respiratoria y todavía se espera conocer los resultados de su test de Covid-19.
España se encuentra bajo estado de alarma desde el sábado 14 de marzo, con lo que los ciudadanos no pueden salir de sus casas más que para ir al supermercado y la farmacia o trabajar.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, defiende que el confinamiento adoptado en el país es uno de los más restrictivos del mundo, frente a quienes reclaman un "aislamiento total" o parar toda la actividad productiva que no esté volcada a contener la epidemia, como hizo Italia.
Uno de los datos es que la movilidad en el transporte privado y púbico, está en "niveles muy bajos", en algunos casos como el ferroviario en el 5% de utilización.
Tanto lo expertos como las autoridades subrayan que lo más importante es que se cumplan las medidas ya adoptadas, de ahí que trabajan en endurecer los controles para evitar que se viole el confinamiento al percibirse todavía "algunas conductas de insolidaridad e inasumibles", sostuvo hoy José Ángel González, jefe policial a cargo del operativo contra el coronavirus.
En ese marco, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, dijo hoy que la policía sancionará todas las personas que vayan por la calle, digan que van a trabajar y no lo puedan acreditar con un documento de la empresa. El objetivo es "acabar con la picaresca", sostuvo en declaraciones televisivas.
También se extremarán las medidas de control de cara a las vacaciones de la Semana Santa, ante el temor de que los españoles relajen el confinamiento, de cara a un momento que se considera clave para doblegar la curva ascendente de contagios.