A Campero le aflige la relajación de Yerba Buena

En la última semana hubo una laxitud de la cuarentena. “Nos guardemos”, pidió el intendente con la mirada puesta en Italia y en España.

MOVIMIENTO EN LA SOLANO VERA. Ayer hubo una actividad llamativa. la gaceta / fotos de juan pablo sánchez noli MOVIMIENTO EN LA SOLANO VERA. Ayer hubo una actividad llamativa. la gaceta / fotos de juan pablo sánchez noli

Los científicos del mundo entero dicen que tenemos que quedarnos en casa para detener la pandemia de covid-19. Que estamos peleando contra un virus que ha aprendido a entrar a nuestras células; secuestrar su maquinaria y replicarse hasta quitarnos la respiración. A nivel global, ya son 100.000 los fallecidos y la Organización Mundial de la Salud avisa de un rebrote mortal si se levanta el confinamiento demasiado rápido. Mientras la Argentina aguarda a que las autoridades definan cómo sigue la prevención de la pandemia, en Yerba Buena se ha percibido en la última semana una relajación de las medidas de aislamiento obligatorio.

Quien haya transitado estos días por la avenida Aconquija, entre las 10 y hasta las 14, puede haber pensando con ironía que se trataba de cualquier sábado o domingo anteriores al 20 de marzo, cuando el Gobierno nacional decretó el confinamiento y nuestro mundo cambió. El movimiento ha sido intenso en la principal vía de esa ciudad, especialmente alrededor de los rubros permitidos, como farmacias, supermercados, almacenes y casas de comidas.

CON BARBIJO PERO SIN CASCO. Una motociclista ayer en Yerba Buena.  CON BARBIJO PERO SIN CASCO. Una motociclista ayer en Yerba Buena.

¿Se está cumpliendo la cuarentena?, se le pregunta al intendente Mariano Campero. “Mmmm. Tengo la percepción de que mucha gente se ha relajado. Algunos vecinos van hasta cuatro veces al día a hacer las compras. Tienen que entender que cada vez que salen, se exponen. Hay que aguantar dos semanas más. Hay que mirar lo que está ocurriendo en el mundo para entender qué es lo que nos puede pasar. Nos guardemos. Si esto impacta del mismo modo que lo ha hecho en España o en Italia, nos vamos a arrepentir de haber salido por dos chocolates”, responde.

-Amén de su llamado a la toma de conciencia, ¿piensa hacer algo para endurecer el aislamiento?

-Sí. Este fin de semana seremos más estrictos y severos. De hecho, venimos redoblado nuestros esfuerzos desde hace rato. Pero no puedo poner un policía al lado de cada persona. Debo apelar a la solidaridad.

PEATONES EN MEDIO DE LA PANDEMIA. Otra postal de la Solano Vera. PEATONES EN MEDIO DE LA PANDEMIA. Otra postal de la Solano Vera.

-¿Por qué cree que bajó el nivel de acatamiento?

-Creo que el Gobierno nacional debe ser más claro. Todo el mundo nos llama y nos pregunta cómo vamos a funcionar el lunes. Recién atendí a un vecino: ‘¿puedo hacer una mudanza?’. Más temprano, me llamó una peluquera: ‘ya no tengo para comer. ¿qué hago?’. Les contesté que los entiendo. Yerba Buena vive del comercio. Estamos fundidos. Pero nos jugamos la vida en esto. Para mí, hay que cerrar todo y aguantar un poquito más. Un poquito. Así lo milito yo.

Pese a la irrefutable postal de una Aconquija cargada, Campero resalta que los yerbabuenenses en su mayoría han adquirido hábitos de prevención. “En relación a otras ciudades del interior de Tucumán, nosotros estamos en Alemania: aquí se mantiene la distancia social, la mayoría usa barbijo y nadie se saluda ni con la mano”, expresa. Luego, cuenta que esta semana la Municipalidad regaló unos 1.000 barbijos a los jubilados que esperaban ser atendidos en los bancos.

Hasta ahora, en ese municipio no se obliga a los residentes a cubrirse la cara en la vía pública ni en los centros comerciales, sino que se les sugiere. Eso es lo que establece la ordenanza que ha sido sancionada el viernes por el Concejo Deliberante y promulgada el lunes pasado. No obstante, cada vez más países están generalizando el uso de barbijos para toda la población y ese cambio de paradigma podría ser adoptado por las autoridades locales.

En el mismo cónclave, los ediles aprobaron una normativa que limita los ingresos y egresos a la ciudad a fin de mitigar la expansión del coronavirus. En la práctica, consiste en la habilitación de una decena de calles y en el cierre del resto con barricadas o retenes. Si bien esta iniciativa también ha sido promulgada por su propia lapicera, Campero reconoce que hasta ahora se implementó parcialmente. “Faltaban unas definiciones. Desde hoy se controlará el tráfico. A los conductores de otras jurisdicciones se les secuestrarán sus vehículos. Les pido que no vengan porque no van a pasar, a menos que puedan acreditar algunas de las excepciones descriptas en los decretos presidenciales”, asegura el intendente.

LA AVENIDA PERÓN. Hubo menos movimiento que en la Solano Vera. LA AVENIDA PERÓN. Hubo menos movimiento que en la Solano Vera.

Finalmente, el jefe municipal asegura que, a través de la Guardia Urbana Municipal (GUM, por sus siglas), mantendrán una monitorización social para comprobar el cumplimiento de las medidas. Anteayer, desde el Ministerio Público Fiscal instaron a las empresas de seguridad privada a poner en conocimiento de ese organismo las identidades de todas aquellas personas que realizan actividades deportivas, recreativas, sociales o de esparcimiento en las calles internas y en espacios comunes de los countries y barrios cerrados.

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