En su mensaje pascual a los tucumanos, el arzobispo, monseñor Carlos Sánchez, exhortó a aceptar con alegría la situación que estamos viviendo, a encontrarle un sentido y a emplearla como una oportunidad de servir a los demás. A la vez que instó a cumplir con el aislamiento social.
Monseñor Sánchez recordó que cuando las mujeres fueron al sepulcro a buscar el cuerpo de Jesús, y lo encontraron vacío, un ángel les dijo que Cristo había resucitado y que ellas no tengan miedo. “Instantes después el mismo Jesús resucitado se les aparece y les dice: no tengan miedo, alégrense, vayan a decirles a mis discípulos”, describe el arzobispo. Y agrega: “En esta situación de pandemia, de aislamiento social, el señor nos vuelve a decir: no tengan miedo, alégrense. Por la vida, la muerte y la resurrección de Jesús encontramos sentido a cada situación de la vida humana. ¿A qué nos compromete esto? A vivir en la fe. El Resucitado que nos sale al encuentro cuando nosotros tomamos la decisión de estar presentes al lado de los que sufren las consecuencias del mal. Hay tantos que en estos días que están solos o enfermos, o en familia, pero sufriendo la falta de trabajo, de pan, otros que no pueden quedarse en casa porque no la tienen. Ahí está Jesús”.
Caridad fraterna
“Estamos queriendo aprender a cuidarnos y a cuidar a los demás, a nuestros mayores, a los que tienen la salud más frágil. Nosotros nos aislamos para preservarlos, Que este cuidarnos no sea un encierro en la indiferencia”, ponderó.
“Es importante que podamos reconocerlo a Cristo vivo en nuestros hermanos que sirven, los que están custodiando la salud, la seguridad, los servicios esenciales, y que acrecentemos la caridad fraterna”, enfatizó.
También rogó porque los fieles sean capaces de “levantar la mirada y descubrir a los hermanos que más necesitan, para poder sostenerlos y ayudarlos, creciendo en fraternidad”. Recordó que a partir del bautismo, todos los familia de Dios.
“Que esta Pascua tan particular en tiempo de pandemia, que esta Pascua de Resurrección, en aislamiento, la celebremos en el hogar, en ese fuego del hogar, del amor familiar, para poder dejarnos encender el corazón en el amor de Cristo e irradiar ese amor del Señor en gestos de servicio y de caridad”, dijo el prelado.
“Cristo está vivo y te quiere vivo. Por eso cada uno de nosotros compartamos la alegría y el gozo de la resurrección siendo portadores de esta nueva noticia con gestos concretos”, concluyó.