En tres etapas, Yerba Buena pretende planificar su reapertura

El intendente Campero le presentará un protocolo al gobernador Manzur. La tercera fase contempla la elasticidad de ciertos rubros comerciales y salir a hacer ejercicio físico.

OBSTÁCULOS EN YERBA BUENA. En algunas calles se observan montículos de ripio para impedir la circulación vehicular como parte del plan de acción. OBSTÁCULOS EN YERBA BUENA. En algunas calles se observan montículos de ripio para impedir la circulación vehicular como parte del plan de acción. la gaceta / foto de josé nuno

Aunque todavía faltan nueve días para que concluya este tramo de la cuarentena dispuesta para frenar la pandemia en la Argentina, las autoridades de Yerba Buena han comenzado a planificar la reapertura de esa ciudad. Todavía falta también que el huracán coronavirus toque tierra, momento que los epidemiólogos esperan para mediados de mayo. Y todavía resta, por último, saber si el pico de contagios aumentará de forma acelerada o no. No obstante, el intendente, Mariano Campero, ha inyectado entre sus ciudadanos un mensaje con cierta ilusión, al anunciarles que presentará un protocolo ante el gobierno de Tucumán.

El fin de semana, él y algunos de sus funcionarios estuvieron enfrascados en un debate interno sobre el momento propicio para comenzar a relajar las medidas de confinamiento, que están provocando costos económicos y sociales. “Ahora no tenemos pensando pedir ningún cambio. Y tampoco lo haremos hasta que acabe esta instancia del aislamiento y tengamos datos epidemiológicos sobre la circulación comunitaria del virus”, aclara, ante la interpelación de este diario. Incluso menciona que él y su gabinete están a favor de dar prioridad a la salud sobre la economía.

Pero eso no le quita -prosigue- que no estén pensando en cómo ir rebobinando la situación actual. El método con el que llevarían a cabo esa tarea consta de tres etapas, detalla.

La primera consiste en el cierre de los límites jurisdiccionales. Campero ha promulgado hace unos días una ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante, que establece puestos fijos de control del tránsito vehicular e implementa una restricción temporaria en las calles que no integran ese corredor, a fin de evitar el ingreso de residentes de otros municipios. En la práctica, colocarán barricadas en las arterias vedadas. Eso significa que no se permitirán visitas.

La segunda fase entrará en vigencia en estos días, luego de que ayer la lapicera del intendente le pusiera la firma a un decreto que fija que los automovilistas cuyas patentes terminan en un número par salgan a la vía pública únicamente en determinados días; y reserva otros días para aquellos autos cuya identificación es impar. Con esta iniciativa persiguen el objetivo de reducir la circulación.

La tercera etapa podría interpretarse como la más disruptiva. Plantea -básicamente- que las reglas no tengan la severidad actual. Se permitirá la actividad económica controlada, de acuerdo a lo pensado por las autoridades. “Relojerías, ópticas, peluquerías y otros comercios que puedan desarrollar sus labores sin que eso implique una posible propagación del virus deberían volver al ruedo. Si los ciudadanos actúan con imprudencia, indudablemente no pasaremos de la primera etapa. En cambio, si toman conciencia de que solamente saldremos con el esfuerzo conjunto, nos pondremos de pie”, declara.

A pesar de que las cifras de infectados están básicamente planas (por ahora), para poder implementar la última fase no debería haber casos autóctonos de covid-19 en el municipio y los detectados deberían haber sido dados de alta.

- Permítanos hacerle la siguiente pregunta: el comité de epidemiólogos que asesora al presidente, Alberto Fernández, cree que lo peor aún no ha pasado. ¿Le parece oportuno el planteo?

- 2020 será el año del coronavirus. Tendremos que aprender a convivir con el virus. Los rebrotes en China y Corea del Sur así lo demuestran. Esas experiencias tienen que servirnos para entender que esto será largo y para anticipar una normativa de salida. Tenemos que ordenar nuestras acciones. Yerba Buena cerró sus shoppings incluso antes de que se decretara el aislamiento en todo el país. Así como hemos activado mecanismos de prevención, debemos activar mecanismos para reiniciar la economía.

En su última comparencia, el Presidente dijo que a cada gobernador que presente una propuesta se le pedirá que traiga un protocolo de acción para esta cuarentena administrada, como denominó al período actual. Campero destaca esa postura presidencial cuando se le interroga sobre sus competencias para tomar este tipo de resoluciones. “Pediremos habilitación para entregar autorizaciones a ciertos rubros que no propicien los contagios. Cuanto menos, tengo la responsabilidad de intentarlo”, responde.

Por último, el intendente se aferra a las palabras de Fernández con respecto a la actividad física, cuando propuso hacer “un pacto social” para que las personas puedan salir a correr. A entender del gobernante local, las caminatas o el running aparecen como las primeras prácticas que podrían liberarse, al tratarse de prácticas solitarias. Otorgarían turnos y habría supervisión de la Guardia Urbana Municipal (GUM, por sus siglas). Dicho esto, baraja asimismo, aunque con insistencia, las opciones del golf y el tenis, con no más de dos jugadores. “Tengo esperanzas de que podamos armar un plan deportivo”, concluye. Pero a juzgar por lo que está sucediendo en el resto del mundo, la vara o la fecha la pondrá la pandemia. El virus parece tener la última palabra.

Fiscalía de Estado

Desde la fiscalía de Estado del Gobierno de Tucumán explican que cualquier municipio que plantee una hipotética ampliación de las actividades que hoy están restringidas por el Gobierno nacional debe pasar primero por la órbita del Estado provincial. “Es el gobernador, Juan Manzur, quien debe trasladarle al presidente, Alberto Fernández, cualquier inquietud”, indican.

Las fases

- Cierre de la ciudad, con barricadas.

- Salida de vehículos por día, según las patentes.

- Apertura de comercios y salidas a correr y caminar.

Una a una, las medidas

El relajamiento obligó a la intendencia a endurecer los controles en la ciudad

Entre la madrugada del 18 de marzo y la mañana del 19, se plegaron las puertas de los grandes centros de compras y de los bares. El 20, Fernández decretó el aislamiento obligatorio. En abril, tanto el Concejo como la Municipalidad plantearon que el uso obligatorio del barbijo quizás sea el camino. Finalmente, acordaron sugerir su empleo, en vez de exigirlo. La semana pasada, se percibió una laxitud de la cuarentena entre la ciudadanía. Campero prometió endurecer los controles y el edil Alejandro Sangenis respondió que ese relajamiento se debía a que la Guardia Urbana Municipal y las fuerzas policiales se habían relajado.

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