El turf, ante la pandemia: incertidumbre y ansiedad

La actividad turfística no es ajena a la pandemia y es incierta la fecha en la que volverán las competencias en el hipódromo.

SERÁ DIFÍCIL REPETIR ESTA POSTAL EN EL CORTO PLAZO EN EL HIPÓDROMO TUCUMANO. Casi 30.000 personas disfrutaron de la jornada que se llevó a cabo el 24 de septiembre del año pasado en el circo hípico de avenida Irineo Leguisamo. la gaceta / fotos de diego aráoz - juan pablo sánchez noli SERÁ DIFÍCIL REPETIR ESTA POSTAL EN EL CORTO PLAZO EN EL HIPÓDROMO TUCUMANO. Casi 30.000 personas disfrutaron de la jornada que se llevó a cabo el 24 de septiembre del año pasado en el circo hípico de avenida Irineo Leguisamo. la gaceta / fotos de diego aráoz - juan pablo sánchez noli LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ - JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI

La realidad es cruda y dura. La pandemia de la covid-19 pegó muy fuerte en todas las industrias y el turf no es la excepción. Ya pasaron casi dos meses sin actividad en el hipódromo tucumano y nadie sabe cuándo volverá a tener acción la pista de arena ubicada en avenida Irineo Leguisamo. “Nosotros no tenemos sueldos. Si corremos, contamos con la posibilidad de ganar alguna comisión, caso contrario no. Es decir que si no hay carreras, prácticamente no tenemos ingresos. Dependemos de las propinas que nos brindan los propietarios por ir a ejercitar sus caballos y de la ayuda de 5.000 pesos que empezó a darnos el mes pasado la Caja Popular de Ahorros”, contó Cristian Caram. El jockey, ganador del Gran Premio “Batalla de Tucumán” de 2018, resumió lo que le pasa a todos los jinetes, peones, capataces y entrenadores, que prácticamente no perciben ingresos sin competencias, por lo que pasan días de mucha incertidumbre.

Está claro de detrás de un caballo de carreras hay muchas familias que viven de la actividad. Se estima que en el circo hípico local son cerca de 500 familias las que dependen directamente de las carreras. “El turf, como todos los deportes que convocan público, está sujeto a lo que disponga el Gobierno para poder reanudarse. La actividad se detuvo en todo el país, adaptándose a la cuarentena establecida por las autoridades sanitarias nacionales. En un comienzo, el parate fue total y con el correr de los días tuvimos que flexibilizar lo que atañe al entrenamiento de los pura sangre. Así comenzamos con dos días se entrenamientos y llegamos a la actualidad con cinco días a la semana, dónde los caballos con sus jinetes pueden realizar tareas de mantenimiento para cuando pueda volver la alta competencia”, contó Rubén Moisello, delegado de la Caja Popular de Ahorros, que está a cargo del circo hípico local.

El jinete Facundo Navarro es optimista y sueña con que muy pronto pueda apilarse sobre la montura de algún ejemplar. “Voy todos los días, de lunes a viernes a entrenar los caballos. Tengo la ventaja de que vivo en una de las caballerizas del hipódromo y no necesito ningún permiso para circular. Hay mucha incertidumbre. Nadie sabe decirnos nada sobre cuándo comenzarán las carreras, pero soy optimista y tengo la ilusión de que podamos correr muy pronto. Este es nuestro trabajo y tenemos necesidad de volver a competir. Yo vivo con mi mamá, mi papá y mis cuatro hermanos. Soy uno de los sostén de la familia. Estamos muy mal y todos los días ruego de que podamos tener carreras. Espero que esto ocurra antes de fin de mes”, indicó el jockey, que el 15 de mayo cumplirá 16 años. “Creo que todos estamos ansiosos. Entre los jockyes hablamos y coincidimos en que todos los días nos levantamos con la ilusión de recibir la buena noticia de que habrá carreras nuevamente. Casi todos en el hipódromo dependemos exclusivamente de las competencias y por eso seguimos entrenando con normalidad”, señaló el “Mochito” Caram.

Esfuerzo compartido

Los propietarios también se mostraron muy preocupados por la situación, aunque saben que no se puede descuidar el tema de la salud. “No hay dudas de que habrá un antes y un después de esta pandemia. Creo que será muy difícil y casi imposible que puedan realizarse carreras con público en el corto plazo. La verdad es que no soy optimista. Todo dependerá de que se pueda apostar en forma on-line. Eso será así en todos los hipódromos del país. No veo una solución a corto plazo. Cuando se vaya levantando la cuarentena, es posible que se aumenten los contagios. El pico máximo aún no llegó al país. Tenemos que tener en cuenta que con este virus está en juego la vida”, dijo José Sarquiz (h), propietario de la caballeriza santiagueña “Tramo 20”, que tiene ejemplares en los hipódromos de Tucumán, Palermo, San Isidro, Río Cuarto y Santiago. “La vida útil del caballo de carrera es muy corta y cada mes que pasa sin carreras es muy difícil recuperar. Un ejemplo claro de que el juego online es posible fue el remate que organizó el haras Santa María de Ararás el pasado 30 de abril. Fue virtual y hubo compradores de todo el mundo”, agregó el propietario. “Es tiempo de pensar en los que menos tienen. En épocas de crisis, el esfuerzo debe ser compartido entre todos”, reflexionó Sarquiz (h).

¿SE DISPUTARÁ EL “BATALLA” EN 2020? Teenek, con Osvaldo “Fleco” Alderete en su montura, ganó la última edición del Gran Premio. ¿SE DISPUTARÁ EL “BATALLA” EN 2020? Teenek, con Osvaldo “Fleco” Alderete en su montura, ganó la última edición del Gran Premio.

“Los peones, jockeys y cuidadores tienen la esperanza que esto arranque pronto, pero estoy casi seguro de que no será así. Lamentablemente veo bastante lejana la reanudación de las carreras. No creo que esto ocurra antes de julio o agosto. Se aproximan meses muy duro. Es alarmante las necesidades que tiene la gente que vive de esta actividad”, indicó Gustavo Palomino. El propietario del stud “Los Robertos” cree que los hipódromos de Palermo, San Isidro y La Plata darán el puntapié inicial y marcarán un parámetro para los circos hípicos del interior del país. “Cuando ellos arranquen, seguramente al mes se iniciarán las carreras en Tucumán. En Buenos Aires tienen la ventaja de que pueden realizar carreras sin público, porque si hay apuesta telefónicas. Acá hay que trabajar en nuevas alternativas. Tenemos que entender que ya nada volverá a ser como antes. Hay que buscar la manera de salir de esta crisis, sin descuidar el tema prioritario que es la salud, como lo viene haciendo el Gobierno. El gran problema es que los costos de mantenimiento de los caballos es alto y si esto se prolonga, muchos propietarios optarán por vender sus ejemplares”, comentó Palomino.

Llegó para quedarse

“Confío en que se pueda buscar alguna salida a esta situación crítica por la que está atravesando el turf. El hipódromo de Tucumán estaba viviendo uno de sus mejores momentos y justo ocurrió esta desgracia a nivel mundial, que escapa a todos. Hay que acostumbrarnos que este virus llegó para quedarse por mucho tiempo y debemos actuar con mucha inteligencia, cuidando primero la salud de todos”, dijo Luis Zamora, propietario de la caballeriza “Don Antonio”. “Habría que ver qué se puede hacer para realizar carreras sin público en Tucumán. Por ahora no contamos con apuestas on-line. Las carreras solo pueden verse en directo por youtube, pero sin juego. Creo que si se logra esto, el regreso puede ser bastante cercano. En varios hipódromos del mundo las competencias continuaron, a pesar de que corrían sin público. Es la única salida. El panorama es crítico y preocupante”, agregó “Luchito”.

A Zamora le preocupa la situación por la que también atraviesan muchos propietarios de caballos, que están sin producir en sus respectivas actividades. “A la crisis económica la estamos padeciendo todos, aunque no hay dudas de que en algunos sectores el panorama es más crítico. Hay varios propietarios que no sé cuánto tiempo más podrán pagar el mantenimiento de sus ejemplares. Si esa cadena se rompe, la situación pasará a ser desesperante. Ojalá que todos podamos seguir aportando un granito de arena, hasta que se reinicien las competencias. No lo veo sencillo, pero hay que tener una mirada optimista dentro de esta pandemia”, analizó.

Ayuda

“Hay que destacar la actitud de la Caja Popular de haber establecido una ayuda social por tres meses a los más desprotegidos que dependen absolutamente de lo que generan cuando hay carreras. También hay que resaltar la actitud de los propietarios, quienes mantuvieron sus caballos, con el costo que esto implica y sin ningún tipo ingreso, a la espera de la reanudación de las carreras. El hipódromo se mantiene activo, además con tareas de índole social, mediante su comedor infantil, entrega de alimentos y colaborando con la fumigación de los barrios aledaños, para evitar el dengue. No dudamos que cuando se den las condiciones y se nos autorice a realizar carreras, todos los actores que hacen a la actividad del turf en Tucumán dirán presente y deberemos reemprender el camino ya iniciado de la recuperación del mejor hipódromo del interior del país”, concluyó Moisello.

Al no ser un deporte de contacto. en Estados Unidos, Australia y Japón se siguen organizando carreras, pero sin público. Aunque todos saben que la salud es lo primordial, en el hipódromo tucumano hay ansiedad e incertidumbre por los problemas económicos que se profundizaron con la llegada de la pandemia. Está claro que entre todos deberán hacerle frente a esta situación y comenzar a buscarle una salida a esta crisis que comenzó a golpear con más fuerza.

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