08 Mayo 2020
Postales de cuarentena. Foto Archivo.
El Gobierno nacional anunciará que el aislamiento social preventivo y obligatorio decretado para mitigar la propagación del coronavirus en el país ingresará a la fase de “reapertura progresiva” en la mayor parte de la Argentina, pero continuará vigente al menos hasta el 24 de mayo.
El presidente Alberto Fernández comunicará hoy las medidas desde la residencia de Olivos, junto con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Evalúan convocar a una conferencia de prensa, para que no queden dudas de los pormenores de la decisión.
El Presidente se reunió ayer con los dos, por separado, para analizar los desafíos que presenta la apertura parcial de la cuarentena en el AMBA, donde se concentra más del 60% de los casos. La provincia de Buenos Aires registra 1.924 casos confirmados de la covid-19, y CABA contabiliza 1.583.
Conscientes de que el confinamiento debe continuar con estrictas medidas de prevención, el jefe de gobierno porteño abogó por la reapertura gradual de comercios y el gobernador bonaerense, de la construcción privada y de fábricas industriales en el Gran Buenos Aires.
Del diálogo con el resto de los gobernadores se encargó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. Las salidas de esparcimiento, incluidas por el Presidente en los últimos anuncios, seguirán como una prerrogativa de cada jurisdicción.
Niveles de contagio
La decisión del jefe de Estado se apoya en un dato clave sobre la tasa de contagio de la Covid-19 en la Argentina. Si el número de contagiados se duplicaba después de 25 días, Alberto Fernández ordenaba pasar a la fase IV de la estrategia contra la pandemia, que implicaba abrir ciertas actividades comerciales e industriales en todo el país.
El pasado miércoles se cumplieron estos requisitos previstos por el comité de expertos. Entonces, el Presidente decidió -basado en esta secuencia científica-, ablandar los términos absolutos de la cuarentena. La estrategia contra la pandemia -explican- estaba funcionando, y se podía avanzar hacia una nueva etapa frente a la covid-19.
De todas formas, continuarán las limitaciones en el transporte público, los espectáculos y el comercio que podrían acelerar la curva de la pandemia.
La apertura comercial e industrial será gradual, y dependerá de la decisión del Presidente tras una evaluación científica de su comité de expertos. Cada una de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires presentarán sus casos al Gobierno, se hará el análisis puntual, y luego se redactará la Decisión Administrativa que firmará el jefe de Gabinete Santiago Cafiero.
Habrá un exhaustivo control sobre el transporte público, no se habilitarán los espectáculos, ni las clases educativas, ni la administración nacional o provincial, al margen de lo que ya fue declarado anteriormente como “actividad esencial”.
El DNU que Fernández firmará el fin de semana modificará el artículo referido a las excepciones en aglomerados de más de 500.000 habitantes para permitir que se retome la actividad industrial en más de diez sectores, un universo que incluye 1.060 plantas que emplean a unos 200.000 trabajadores en todo el país.
En los conglomerados del interior del país, como gran Mendoza, gran Rosario y gran Santa Fe, la tasa de duplicación de contagios supera los 25 días, en línea con el promedio del país. Las cifras cambian en el AMBA, donde la reapertura será más lenta.
Ese paquete de aperturas incluye, en la primera etapa, automotrices, indumentarias, calzado y cuero, caucho, plásticos y químicos, papeleras y, entre otros, tabacaleras.
El gobierno nacional se reserva, de todos modos, el poder para anular esas aperturas en caso que se complique la situación epidemiológica.
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