“Blanca como la nieve”: Blancanieves renace decidida y empoderada

RELECTURA DE UN CLÁSICO. Lou de Laâge interpreta a Blancanieves, así que lo suyo es morder la manzana. RELECTURA DE UN CLÁSICO. Lou de Laâge interpreta a Blancanieves, así que lo suyo es morder la manzana.

Película / Google play-itunes

Muy buena

Por culpa de la pandemia las películas no están llegando a los cines, pero sí a las plataformas. Es el caso de “Blanca como la nieve” (“Blanche comme neige”), estrenada en Europa en 2019 y con un paso muy breve por la Argentina, en el marco del Tour del Cine Francés. En Tucumán la película no se vio. Hoy la estrategia de supervivencia de las compañías nos brinda el acceso a esta joya de la cinematografía francesa por medio de plataformas como iTunes o Google Play.

Anne Fontaine (“Coco antes de Chanel”, “Las inocentes”) dirige y escribe el largometraje, que hace una relectura del cuento de Blancanieves mostrando una mujer liberada que no espera a un príncipe azul, porque no lo necesita. Y los siete enanitos están representado por siete hombres con los que Claire (Blancanieves) va a tener diferentes relaciones: sensuales, amorosas, físicas, intelectuales y platónicas.

Lo esencial del cuento se mantiene, porque Maud (Isabelle Huppert) es la madrastra celosa de su hijastra Claire (Lou de Laâge) a quien intenta matar. La historia está contada en tres episodios y cada uno es una mirada: el punto de vista de Claire, para después empezar de nuevo la historia desde el punto de vista de Maud y terminar reuniéndolas en un relato encadenado.

Las actuaciones son impecables. Fontaine trabaja muy bien con sus actrices, a las que conoce a fondo. Laâge protagonizó “Las inocentes” y con Huppert hicieron “Pas de scandale”.

La pantalla nos presenta mujeres resueltas, fuertes y libres; complejas y capaces de satisfacer la multiplicidad de sus deseos. Resaltan sentimientos como la envidia o los celos (que no son exclusivos de las mujeres) hasta sacar lo mejor y lo peor de los personajes.

Hay grandes aciertos narrativos en “Blanca como la noche”, sumando al cuento elementos como el destierro, en este caso usado como símbolo de una profunda liberación. La película explora la emancipación emocional y sexual de una mujer desde un punto de vista interesante.

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