12 Mayo 2020
REUTERS
WASHINGTON, Estados Unidos.- La Policía Federal de Estados Unidos (FBI) y el Departamento de Seguridad Nacional ascusaron a China de intentar “hackear” los informes sobre el desarrollo de una vacuna y un posible tratamiento con el que hacer frente al coronavirus.
Según fuentes del FBI, el gigante asiático estaría utilizando a sus espías y hackers más experimentados para robar los datos recabados por Estados Unidos sobre el desarrollo de una vacuna contra la enfermedad que ya lleva más de cuatro millones de contagios en el mundo.
Una decena de países han comenzado a hacer uso de hackers para tratar de obtener información sobre cómo están combatiendo el coronavirus, según el diario “The New York Times”.
Varios funcionarios con altos cargos sostuvieron que Pekín está tratando de hacerse con “propiedad intelectual de gran valor sobre vacunas y tratamientos mediante métodos ilícitos”.
El Gobierno estadounidense anunció que tiene intención de emitir una denuncia formal esta misma semana, la cual se centrará en el robo cibernético de datos sensibles por parte de “actores no tradicionales”.
Esta acusación es el último intento por parte de la Administración del presidente Donald Trump, de responsabilizar a China por ser el origen de la pandemia y de sacar beneficios, posteriormente, del virus.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, insiste en que existe un gran número de pruebas de que el virus proviene de un laboratorio de la ciudad china de Wuhan, donde se originó la pandemia.
Las agencias de Inteligencia que investigaron las denuncias comunicaron que no llegaron a una conclusión al respecto, pero indicaron que las pruebas apunta a que el origen del brote se encuentra en un mercado de animales salvajes de Wuhan.
Trump viene respondiendo con acusaciones a China y a la Organización Mundial de la Salud ante las críticas a la respuesta de lenta y vacilante de su gobierno a la expansión del coronavirus a en Estados Unidos, que es actualmente el país con mayor cantidad de muertes por la enfermedad y el epicentro de la pandemia en el mundo.
Las muertes por coronavirus en Estados Unidos superaron las 80.000, al tiempo que casi todos los estados han tomado medidas para relajar las medidas de confinamiento. (Reuters)
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