“Soy un privilegiado”. Juan José Meza forma parte de ese selecto grupo de futbolistas que trascendieron con una carrera extraordinaria, llena de éxitos, festejos y alegrías inolvidable. Jugó al lado de Diego Maradona; fue dirigido por César Luis Menotti; estuvo cerca de ir al Mundial 86 cuando Carlos Bilardo era el técnico y en los comienzos de su trayectoria enfrentó a Cosmos, el club de Nueva York que contrató a grandes estrellas en la década del 70 para impulsar una revolución futbolera en ese país. El amistoso se jugó en Tucumán y el rival fue el seleccionado argentino juvenil que en 1979 se consagró campeón mundial en Japón.
Ese encuentro quedará grabado por siempre en la mente de Meza. “Ver jugar a (Franz) Beckenbauer fue un placer. Era una bestia. Cada vez que tomaba la pelota salía jugando con una prestancia y una calidad admirable. Lo tenía a pocos metros. No podía creer lo que estaba viviendo. Disfrutaba. También estaba (Giorgio) Chinaglia. Otro fuera de serie”, recuerda el “Ñato” de aquella histórica noche del viernes 3 de noviembre de 1978, en el estadio de La Ciudadela. El Juvenil argentino se impuso por 2 a 1. Antes de los 10 minutos ganaba con los goles de Maradona y de Rolando Barrera. Fue un comienzo a toda orquesta de los dirigidos por Menotti. Cosmos descontó en el segundo tiempo por intermedio del delantero italiano.
Maradona, Beckenbauer, Chinaglia, Carlos Alberto -otro brasileño campeón del mundo-, Menotti. Verdaderas estrellas iluminaron la noche tucumana. Por cuestión de meses, ese cotejo no quedó en la historia grande del fútbol. Pelé jugó en Cosmos un par de temporadas y decidió adelantar su retiro en 1977. De haberle dado continuidad a su carrera un poco más, posiblemente hubiese enfrentado esa noche a Diego.
“Éramos unos atrevidos. Diego hasta se animó a tirarle un caño a Beckenbauer. Nos dedicábamos a jugar al fútbol. Eso es lo que nos pedía el ‘Flaco’. Nos daba libertad y nos divertíamos en la cancha”, cuenta Meza, quien se formó en Central Norte mirando jugar al “Japonés” Meija y tenía como ídolo a Juan Francisco “Kila” Castro.
El partido jugado en La Ciudadela no fue uno más para el tucumano. Fue la primera vez que se puso la camiseta argentina para jugar un amistoso presenciado por más de 20.000 personas. Esa noche se ganó un lugar en el plantel que meses después fue al Sudamericano de Uruguay. El anfitrión, que tenía a Rubén Paz, fue campeón, pero Argentina sacó pasaje para el Mundial de Japón. En esa competencia salió a relucir lo mejor de un equipo que se consagró campeón y quedó en la historia del fútbol argentino. “Fui titular en el Sudamericano. Menotti me puso de volante por derecha. Pero para el Mundial quería darle más equilibrio al medio campo y optó por ubicar a Juan Barbas. De todos modos, participé en todos los partidos. Siempre era el primer cambio”, recuerda.
La admiración por Menotti perdura. “Fue un adelantado. Nos pedía hacer el juego que ahora despliegan Barcelona o Liverpool. Pensar siempre en el arco rival y tener el mayor tiempo posible la pelota”, resalta. Y aunque de aquella noche le quedó la cuota pendiente de no haber jugado contra Pelé, recuerda que el “Flaco” les contaba siempre anécdotas del brasileño. “Jugaron juntos en Santos y cada tanto nos juntaba para hablar de él”, indica.
Sus sentimiento por Menotti no afectan el respeto por Bilardo. “Escucho decir que era defensivo, pero en el plantel del 86 reunió a Diego, Bochini, Trobbiani, Tapia. Todos talentosos. Martino una vez dijo que sólo faltamos él y yo en ese equipo. Tuve chance, pero en el 85, jugando para Vélez, perdimos la final contra Argentinos y finalmente se inclinó por llevar a Borghi”.
Su amistad con Diego sigue intacta. “Es un fenómeno. En Japón seguía enojado con Menotti porque lo sacó del plantel en el Mundial 78. Pero dejó todo de lado y nos llevó a ser campeones del mundo”, dice Meza. Uno de los que brilló aquella noche en Las Ciudadela.