La provisión de agua es crítica en Venezuela

El 73% de la población dice que no recibe un suministro regular, un 20% indicó que no obtuvo agua corriente en la última semana y un 7% señaló que escasea el agua limpia.

05 Junio 2020

CARACAS.- Después de pasar dos meses sin recibir agua corriente en su casa a las afueras de Caracas, Mara Loyo almacena el líquido donde puede: ollas, sartenes e incluso cucharas.

Los venezolanos han sufrido durante mucho tiempo el deterioro de los servicios públicos en medio de un colapso económico que ya lleva seis años. Ahora, la escasez de agua corriente en todo el país está empeorando justo cuando la propagación de la covid-19 aumenta y la higiene es más importante.

Loyo, una dermatóloga de 47 años, y sus vecinos en Terrazas de Guaicoco, a unos 20 kilómetros al este de Caracas, protestaron a fines de mayo cerrando una vía tras dos meses sin recibir agua y pidiendo la restitución del servicio o el envío de una cisterna. “Estoy consciente que me baño con barro”, agregó.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro dijo que las más recientes fallas en Caracas fueron por un “sabotaje” ocurrido a mediados de mayo al quemarse un panel eléctrico que controla el bombeo en uno de los embalses que alimentan a la ciudad.

La respuesta del Gobierno fue entonces anunciar la importación de China de 1.000 camiones cisternas con capacidad de 30.000 litros de agua cada uno.

Caracas consume cada día 20.000 litros de agua por segundo, pero actualmente sólo recibe unos 8.000 litros por segundo, dijo Norberto Bausson, quien fue vicepresidente de 1992 a 1999 de la estatal Hidrocapital, que suministra agua a la región capital.

Ni los recientes aguaceros que elevan el nivel de los embalses ni las cisternas, dijo Bausson, resolverán el problema de la escasez porque los sistemas de tuberías y de bombeo no funcionan o lo hacen a medias por falta de repuestos, mantenimiento, a lo que se suma fallas del servicio eléctrico que los alimenta. “El uso de la cisterna es un servicio prehistórico”, agregó.

En el otro sector de Caracas, en la barriada de Lídice, la gente llena envases de un hilo de agua que cae desde la montaña. “Esto es demasiado fuerte, la verdad no se lo deseo a nadie”, dijo Clairalis Reyes, de 43 años.

Las protestas por agua, gas para cocinar o electricidad representaron más de la mitad de las 716 manifestaciones registradas por el no gubernamental Observatorio Venezolano de Conflictos Sociales, en abril, sus datos más recientes.

Un estudio reciente realizado por la Asamblea Nacional, bajo control opositor, encontró que el 73% de los venezolanos dice que recibe un suministro irregular de agua y el 19,6% informó que no recibió agua corriente en los últimos siete días. Sólo 7,3% dijo que recibió agua limpia de forma continua. Un sondeo de 16 hospitales y centros de salud en Caracas reveló que había escasez de agua en ocho de ellos, dijo en un informe Human Rights Watch. Bausson señaló que se necesitarían unos U$S 600 millones para un suministro estable de agua en dos años. (Reuters)

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