Productores de legumbres celebran la apertura de nuevas partidas arancelarias

La Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera) celebró la apertura de nuevas partidas arancelarias para arvejas y garbanzos, que contribuirán a una mejor y más correcta identificación de las exportaciones de legumbres argentinas.

Según precisó el presidente de la Clera, Sergio Raffaeli, resultó posible concluir en la resolución tras diferentes gestiones realizadas en lo que va del año por esa cámara, con el trabajo y la colaboración del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación -mediante la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios y la Secretaría de Agricultura-, de la Dirección General de Aduanas, y del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

El complejo legumbres, conformado por varias de las más importantes economías regionales del país, exportó el año pasado más de U$S 460 millones a 90 destinos del mundo. “Toda acción público-privada que contribuya a la transparencia y al mejor análisis de sus ventajas comparativas y competitivas es bienvenida por el sector, por lo que celebramos la atención que nos prestaron los diferentes referentes del Estado en este trabajo mancomunado, lo que redundará en una mayor eficiencia comercial sectorial, con el consecuente incremento de ingresos de divisas al país”, indicó.

En el caso de la arveja, Raffaeli contó que hasta hoy existía una única posición arancelaria, que no permitía diferenciar las dos variedades: la verde y la amarilla. “Ambos tipos tienen, en el comercio mundial, mercados sumamente diferenciados: el principal mercado de la verde es la industria del enlatado, mientras que la variedad amarilla se destina al mercado de ingredientes alimenticios, consumo forrajero y mercados de menor poder adquisitivo”, explicó. Añadió que la apertura de nuevas partidas arancelarias permitirá diferenciar los precios FOB de referencia de cada una de ellas, evitando distorsiones por diferenciales de precios entre ambos mercados, dado que los precios índices respondían a las operaciones del tipo verdes cuyo valor, al ser mayor, imponía un arancel adicional a la amarilla, lo que evitaba en muchos casos la concreción de operaciones de exportación.

“Para nuestro sector es muy importante este objetivo alcanzado. Sobre todo si se considera la reciente apertura del mercado chino, que promete vislumbrar grandes posibilidades de negocios a futuro para esta variedad de legumbres”, puntualizó.

Diferentes calibres

Respecto del garbanzo, Raffaeli destacó que a partir de ahora se podrá discriminar los diferentes calibres de garbanzos que exporta la Argentina, lo que, en definitiva significa distinguir sus tamaños y sus calidades permitiendo el correcto análisis segmentado.

“Sobre esta especie, el año pasado exportamos más de 106.000 toneladas, por valores superiores a los U$S 50 millones. Alcanzamos más de 55 países de destino”, indicó.

También es este caso, dijo que la segmentación por tamaño permitirá conocer las coincidencias de usos y destinos, ya que los garbanzos partidos o menores a 7 mm son usualmente destinados a molienda -a la producción de harinas-, los de 7 mm se destinan fundamentalmente a la producción de hummus; el de 8 mm, para los paquetes, y los de 9 mm, para roasting o para paquetes.

“Estos usos tan diferenciados, justifican su exportación a distintos mercados y a diferentes precios. De no haberla, muchas veces significa la imposibilidad de exportar, y su comercialización en el mercado interno resulta compleja, debido a la falta de demanda y a los valores muy inferiores a los que pueden obtenerse en el mercado mundial”, precisó.

En conclusión, que ahora se puedan distinguir las categorías de arvejas y de garbanzos contribuye a reflejar y a transparentar la realidad de nuestras exportaciones, correctamente segmentadas según variedad, calidad y precios. “Esto permitirá mejorar la eficiencia comercial y su correspondiente aporte al ingreso de divisas de la Nación”, dijo.