SANTIAGO.- El presidente chileno, Sebastián Piñera, removió el martes a su ministro del Interior Gonzalo Blumel, al Canciller y a otros ministros del área política en un amplio cambio de gabinete tras una extensa crisis desatada por la ola de protestas del año pasado y agudizada por la pandemia de coronavirus.
Blumel, que llegó al gobierno en octubre (en las primeras semanas de manifestaciones) como representante de una derecha más progresista, fue reemplazado por el senador Víctor Pérez, militante del partido derechista UDI, el ala más conservadora del gobierno.
Piñera también aplicó cambios en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Defensa, la Secretaría general de Gobierno y Presidencia, así como en Desarrollo Social.
En la Cancillería, Teodoro Ribera será reemplazado por el hasta ahora senador Andrés Allamand; en Defensa, Alberto Espina dejará el cargo al presidente del partido oficialista Renovación Nacional, Mario Desbordes.
En la Secretaría general de la Presidencia asumirá Cristián Monckeberg en lugar de Claudio Alvarado; mientras que en la vocería del gobierno el hasta ahora diputado Jaime Bellolio reemplazará a Karla Rubilar, quien asumirá la cartera de Desarrollo Social.
El gobierno de Piñera, con mandato hasta marzo de 2022, ha enfrentado duras derrotas políticas recientemente, como la sanción en el Congreso de una ley que faculta a los chilenos a retirar hasta el 10% de sus ahorros previsionales.
El cambio legal fue aprobado con varios votos de la propia coalición oficialista, Chile Vamos, que ha criticado al gobierno sobre falta de diálogo y liderazgo.
“Convoco a este nuevo gabinete y a todo Chile Vamos, a emprender una nueva etapa para nuestro gobierno y para nuestro país con un verdadero espíritu constructivo, con convicción, con unidad, con fe y con esperanza”, dijo Piñera durante la ceremonia para nombrar a sus nuevos ministros.
Desde el estallido social de octubre, además, la economía apenas había comenzado a mostrar señales de recuperación cuando irrumpió la pandemia de coronavirus. Las medidas de restricción impuestas desde marzo han golpeado la actividad, con fuertes efectos en el desempleo y la inversión.
Con ese telón de fondo, el país enfrentará en los próximos meses algunos desafíos políticos, como un plebiscito constitucional en octubre para decidir si avanza la reforma de la Constitución, así como elecciones el próximo año. (Reuters)