31 Julio 2020
“Ellos me sacaron el alma. Cuando uno lee en el diario o ve en la tele estas situaciones nunca toma dimensión realmente del dolor que atravesamos los familiares de una víctima. Dios quiera que nadie más tenga que vivir algo tan horrible. Mi nieto de cinco años me pregunta si la mamá va a volver alguna vez, les juro que no hay situación más desgarradora”, describió Pedro Paz, quien junto con sus hijos pintaba el monolito de Priscila en la mañana de ayer. Hoy hace dos años se encontró a la mujer sin vida en un cañaveral.
El 22 de julio de 2018, Priscila Paz, de 27 años, fue secuestrada a la salida del hotel alojamiento donde trabajaba, en El Manantial. El cuerpo de la joven madre fue encontrado en un cañaveral de San Pablo con signos de abuso sexual y de golpes que le habrían causado la muerte.
Por las distintas participaciones que habrían tenido en el homicidio y la privación ilegítima de la libertad, fueron imputados Juan Gómez, Héctor Ledesma, Facundo Miranda, Walter Miranda, Franco Ogas, Yanina Rojas, Víctor Carabajal, Luciana Alderete y Verónica Argota. Dos de los acusados ya murieron; Ledesma fue asesinado en mayo de este año por supuestos cobradores que le reclamaban el pago de una camioneta; mientras que uno de los Miranda falleció por una enfermedad. “No hay que esperar a la justicia divina cuando los jueces tienen la posibilidad de darles perpetua a los responsables”, resumió Paz.
La fiscala María del Carmen Reuter solicitó la elevación a juicio en octubre de 2019; sin embargo el juicio oral para los siete aún todavía no tiene fecha de inicio.
“Aún no hay fecha, constantemente estamos presentando escritos en tribunales para que la Justicia nos escuche. La prisión preventiva de los asesinos se cumplió en diciembre y ya se encuentran libres”, dijo Paz.
El padre de Priscila advirtió que, por la pandemia, hoy no habrá una movilización, pero admitió que sí estaba pensando en realizar algo para el segundo aniversario de muerte de la joven. “Los vecinos son de fierro, se acercaron y me propusieron que hiciéramos una marcha mañana (hoy) por Priscila, pero no quiero exponer a nadie a aglomeraciones en estos días. Soy un agradecido con la gente de San Pablo y con todas las personas que nos acompañan en esta lucha. Mañana sólo haremos una misa en nuestra ciudad”, enfatizó. También se mostró agradecido con los movimientos que se pusieron a disposición: “hemos recibido el apoyo de diversas organizaciones y agrupaciones; estamos muy agradecidos. Algunos de estos organismos persiguen además un fin político y yo lo respeto, pero a mí sólo me interesa que tengamos justicia, no me importan si están estos o aquellos; me interesa que los jueces entiendan que tienen la oportunidad de hacer justicia”.
Por último, advirtió que no bajará los brazos hasta ver que los acusados reciban y cumplan con la respectiva condena. “Todavía creo en la Justicia; la fiscala Reuter estuvo muy bien a la hora de recolectar las pruebas, pero los jueces al parecer no lo están viendo así. No me voy a rendir, mi lucha va a ser hasta el final”, concluyó.
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