Peaje en los senderos del paraíso

“¿Vamos al cerro? Prepará plata”. La pregunta y el consejo van juntos para cientos de personas que encuentran en los senderos, circuitos y caminos de la montaña el filón de energía y la descarga para las tensiones de estos tiempos de pandemia. La pregunta es el deseo que se canaliza, ya sea yendo en bicicleta, haciendo trekking o simplemente paseando a pie o en moto enduro. El cerro se inunda de gente cada semana. El consejo es consecuencia directa del aluvión humano, ya que hay aprovechadores que cobran peaje a los excursionistas y que han hecho de esta actividad ilegal un modo de vida. Tuvo un pico de tensión brutal el sábado pasado en la zona baja de Potrero de las Tablas, cuando el endurista Jorge Posse fue atacado por un lugareño con un machete. Fue un milagro que no lo matara. “Es una bestia”, dice Posse, que cuenta que entrar al paraíso de los cerros se ha vuelto una actividad llena de situaciones de alta tensión, a causa de que a veces hay que pagar cuatro peajes por circuito.

El incidente ocurrió en el sector llamado “La bajada de la Antena”, entre San Pablo y Potrero de las Tablas. Hace años arrancaba desde allí la competencia del Trasmontaña y como alguien comenzó a cobrar peaje a los bikers, los organizadores decidieron correr el sitio de largada a la calle 14, cerca de Loma Bola. Esto fue hace unos años. Posse dice que los enduristas siempre han tenido claro que deben pagar una contribución para mantenimiento de los senderos que las motos arruinan, pero que esto de cobrar compulsivamente peaje ha ido generando discusiones y problemas, aunque no con la agresividad y el riesgo de su caso. Llama la atención que no ha habido una reacción social inmediata. Hecha la denuncia de la agresión, el fiscal Pedro Gallo pidió informe a la Policía y ayer a la mañana, preparaba medidas al respecto.

El acusado es un tal Luis Maturano, según dijeron Posse y el fiscal. Se trata del integrante de una familia que reclama posesión sobre el terreno, que fue propiedad del ingenio San Pablo, vendida a una sociedad Couto y Botta, que luego le vendió a Balcozna SA. La gente menciona a Sisto Terán como parte de la empresa que compró las tierras y él dice que es su mujer quien tiene parte minoritaria y que con el conflicto con Maturano él se ha desentendido. “Presentó ocho pedidos de prescripción adquisitiva; todos los perdió y hace dos meses presentó otro. Es de nunca acabar. Ya no quiero saber nada con esto”, dice.

Un incidente similar ocurrió hace tres años en una zona cercana, más cerca de San Javier, en una cascada dentro del Parque Sierra de San Javier, cuando excursionistas fueron interceptados por lugareños que les dijeron que se trataba de propiedad privada. Allí se descubrió el emprendimiento del barrio privado “Las Pirámides”, que se estaba comercializando en terrenos que la Universidad tiene registrados como parte del Parque Biológico. El dueño de “Las Pirámides”, Próspero Marcelo Sosa, está en litigio con la UNT desde hace más de dos décadas.


Lleno de circuitos

El conflicto de Sosa puso de relieve cuánto se había estado poblando el cerro. El ex delegado de San Javier, Gonzalo Vildoza, contó hace dos años que se estaba generando una ola de usurpaciones; se trataba de muchas personas que alambraban y vendían predios fiscales. Ahora, con el imán que es el cerro para la gente, se han ido configurando circuitos de trekking, ciclismo y caminatas por todas partes. “Los fines de semana llegan 15 o 20 camionetas con cuatro bicicletas a la zona de El Potrerillo, entre La Sala y Raco”, cuenta Vildoza. Y el fenómeno se repite en toda la zona pedemontana desde Tafí Viejo, pasando por Yerba Buena y San Pablo, hasta La Cocha. En el parque Sierra de San Javier, la Universidad ha establecido varios circuitos (Cuesta Vieja, Funicular, Puerta del Cielo) y de acuerdo con el ente de Turismo, los ha marcado con señales y ha impuesto protocolos para que se pueda hacer una actividad segura. El secretario de Bienestar Universitario, Gustavo Vitulli, dice que está prohibido el ingreso de bicicletas o motocicletas, e incluso en la calle 15 (en San Javier) se ha puesto un cartel que advierte de la prohibición, aunque los guardaparques han detectado que hubo gente que se instalaba en la entrada a cobrar ilegalmente peaje para permitir el paso.

El actual delegado de San Javier, Lucas Vildoza (hijo del anterior) dice que “es impresionante la cantidad de gente –sobre todo ciclistas- que sube los fines de semana”. En la comuna están organizando un nuevo circuito (llamado “33 Viviendas”) y también controlan que quienes suben tengan permiso para hacerlo; además proyectan montar cámaras de vigilancia, algunas de las cuales serán analíticas para hacer estadísticas de ingreso y circulación por la villa, así como están gestionando un destacamento policial.

El aluvión de deportistas y excursionistas está generando problemas paralelos. Como no todos los terrenos están alambrados, muchas veces ingresan por senderos privados y hubo quejas de agricultores. El subsecretario de Seguridad, José Ardiles, dice que hubo reuniones con gente de la comuna de Nueva Esperanza (Tafí Viejo), que reclama que cada fin de semana son invadidos por 700 ciclistas. “El COE estudia establecer que sólo se pueda hacer senderismo en la zona del domicilio”, explica. Es decir que a San Javier sólo podría ir gente de Yerba Buena, y a Nueva Esperanza sólo gente de Tafí Viejo.


Pagos ilegales

El otro problema, el serio, es el cobro ilegal de peaje. Según Posse, en Potrero de las Tablas ese sábado los 15 motociclistas vieron pasar a 150 ciclistas. A todos les cobraron 100 pesos, explica. El ciclista Ricardo Salguero explica que “siempre” (por los últimos tiempos) les cobraron ahí arriba a motociclistas y ciclistas y que, según parece, “el que estaba abajo no sabía que ya les habían cobrado arriba”. Añade que en la zona de La Sala siempre se había cobrado a motociclistas pero no a bikers. Y que “ahora están cobrando acá en Yerba Buena, en Loma de Imbaud. Alguien les cobra a ciclistas y caminantes y avisó que se va a hacer un circuito privado pago”. “Lo que pasa –concluye- es que nosotros no sabemos cuáles son terrenos privados y cuáles de la Universidad”.

El titular de Turismo, Sebastián Giobellina, repudia ese cobro ilegal y afirma que la clave es organizar circuitos seguros de trekking como el que hicieron con la UNT, así como uno con la comuna de San Javier y otro con la Municipalidad de Tafí Viejo, desde la hostería hacia el oeste (camino al Taficillo). “Hace dos semanas en La Cocha se habló con el intendente, que quiere revalorizar los circuitos a la cascada de Los Pizarro. También en Escaba. El trekking es algo que, por la topografía y la geografía que tenemos en la provincia, es oro en polvo. Da para explotarlo con calidad y seguridad”.

Mientras se organizan los circuitos al tambor batiente de los funcionarios, en los otros que usan siempre los excursionistas hay problemas, como el incidente de Potrero de la Tablas. Acaso es una resultante de la pandemia, quizás es un signo de los tiempos. Pero muestran una escalada de tensiones de resolución inquietante. ¿Saldrá Posse este fin de semana con su grupo hacia el cerro? “Yo, por ahora, no. Seguro que mucha gente, después de esto, no pasará más por ahí”, dice escuetamente. El peaje puede dejar vedados los senderos del paraíso.

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