16 Agosto 2020
DÍA DE PAGO. La sede municipal instaló una cabina de desinfección. la gaceta / fotos de alvaro aurane
Es día de pago en la Municipalidad de Graneros y el edificio, flanqueado por la sucursal del Banco Macro y por la comisaría, presenta una fila en la vereda y un conjunto de sillas en la plaza, justo enfrente. En este municipio del este, distante 130 kilómetros de San Miguel de Tucumán, nadie transita apurado. Tampoco angustiado por el coronavirus: no se registran contagios aquí.
“Tomamos todas las prevenciones y todas las acciones para prevenir el coronavirus. Alquilamos una carpa, la instalamos en el complejo de la Municipalidad y la equipamos con 25 camas. Si hiciera falta, la capacidad puede extenderse a 40”, detalla la intendenta Alejandra Cejas.
“En un punto, estoy convencida de que no tenemos coronavirus, también, porque estamos lejos. Lejos de todo”, concede.
La jefa municipal enumera que están habilitados tres accesos directos al pueblo por la ruta 308, más otros dos en La Cañada. Todos están controlados por personal de seguridad y por enfermeros, asevera. Hay 120 personas asignadas en varios turnos.
“Uno de los puntos críticos radica en que nos encontramos en tiempo de zafra cañera. Nos reunimos con los finqueros, les pedimos que apuraran la cosecha y ellos accedieron. A los trabajadores les hacemos controles. Y a los proveedores les pedimos que tengan sus permisos al día”, detalla.
CARPAS CON 25 CAMAS. Cejas inspecciona el complejo municipal.
Pero aún con estas medidas, similares y aún menos restrictivas que en otras jurisdicciones, Graneros (al igual que Alberdi) no registra casos de covid-19. ¿Las mujeres tienen un modo de gestionar que hace la diferencia?
“Cuando tomé la responsabilidad de la Intendencia me encontré con una cultura machista: soy la primera mujer en ejercer este cargo aquí, así como antes (2007-2015) fui la primera legisladora por esta ciudad. Entonces todos, incluso las mujeres, estaban acostumbrados a que todo fuera manejado por hombres”, plantea.
“Roque era más flexible”, reconoce, en referencia a su esposo, el ex intendente Roque Graneros, quien falleció hace dos años.
“En cambio, yo siempre fui de plantarme y decir qué se hace bien y qué no se están haciendo. Las mujeres demostramos más carácter. Tenemos otra mirada sobre las cosas”, manifestó.
“Soy exigente y esa no sólo es una manera de mostrar autoridad, sino también de ganarla. Si no me parase para exigir algunas cosas, entonces no las harían”, sintetiza. Su despacho es el vivo ejemplo de lo que dice. En un extremo, varios monitores muestran las imágenes que toman las cámaras ubicadas en distintas áreas del edificio municipal.
Cejas también le da crédito por la ciudad “libre” de covid-19 a la ayuda de la Casa de Gobierno, de la Legislatura, del Ministerio de Salud y del Ministerio del Interior.
Subraya, además, que los esfuerzos sanitarios se sienten en el erario. “La Municipalidad costea el pago de los agentes sanitarios: $ 1,1 millón por mes. Es una cifra importante para una Municipalidad de tercera categoría. Pero tenemos las cuentas en orden, a pesar de que no tenemos muchos comercios y la recaudación no es abultada”, declara.
La ayuda social, en cambio, es vasta. En el municipio de unos 10.000 habitantes, la Municipalidad posee 120 empleados permanentes, pero entrega 3.000 ayudas sociales mensuales.
“A la intendencia vienen por todo. Desde traslados para tratamientos médicos hasta sepelios. Y hay que atender todas las demandas”, ratificó.
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