Bicicletas: la apuesta para mejorar la calidad de vida

25 Agosto 2020

Ya no se trata de una novedad. Simplemente la idea cuajó entre los tucumanos y si bien la movida es incipiente, parece no tener un techo. Y ya no solo como un tema deportivo, sino como un complemento ideal de la salud. La compra de una bicicleta y su uso en Tucumán ya no parece una simple moda. Tal vez la pandemia haya sido el disparador, pero cada vez son más los tucumanos que se vuelcan a este medio de movilidad, ayudados por una geografía que al mismo tiempo invita a salir “en dos ruedas”. Son conocidos los beneficios de esta práctica, pero nunca está de más recordarlos sobre todo en tiempos de pandemia: 1) mantiene el distanciamiento físico natural, 2) contribuye a la salud mental, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo, 3) es fácil de limpiar, 4) Te ayuda a mantenerte activo, fundamental para el sistema inmune, 5) reduce niveles de contaminación.

Tucumán, vale decirlo, nunca contó con una planificación para el uso de las bicicletas. Históricamente fue vista como un medio de transporte para ir a trabajar. Y luego, de a poco, se incorporó como vehículo de competencia. Tanto es así que la provincia se ha convertido en una de las referentes a nivel nacional para las carreras, otra vez, favorecida por una geografía perfecta para la práctica. Pero de a poco, en el paisaje urbano comenzaron a verse ejemplos de personas que no quieren competir, y que salen a andar en bicicleta como un paseo recreativo con la familia, amigos o compañeros. Yerba Buena, en el gran San Miguel de Tucumán, es el lugar ideal para estas actividades. Sin embargo aún falta plena decisión política para contribuir a un tipo de medio de transporte que no trae más que beneficios. La primera que se adelantó a esta movida fue la ciudad de Tafí Viejo, que aprovechó su geografía y hasta la avenida principal (no mucho más ancha que las de la capital) tienen una franja destinada a los ciclistas. Luego le siguió la misma Yerba Buena que, si bien no tiene ciclovías, acondiciona la avenida Perón para utilizarla a ese fin. Para mejor, los intendentes de Yerba Buena y de Tafí Viejo llevan adelante un ambicioso proyecto para unir ambas ciudades justamente con ciclovías. Familia las tiene a la vera de la ruta 301. Concepción ya proyectó las suyas de la mano de la altísima cantidad de demanda que se vio en los últimos meses. ¿Y la capital? Proyectos hay varios. De hecho hay sectores preparados para ser bicisendas como un tramo de la avenida América. La UNT y la municipalidad proyectan su propia ciclo vía en inmediaciones de la Quinta Agronómica. Pero el problema más importante parece ser el de las avenidas, donde la explosión vehicular dificulta los proyectos. ¿Se deberá prohibir el estacionamiento para darle lugar a las dos ruedas? ¿Habrá que acostumbrarse a la circulación por un solo carril y dejar otro para las bicicletas? Es una gran discusión.

Más allá del espacio, la concienciación es otro gran punto a tener en cuenta. Tener ciclovías donde antes no las había es además aprender a convivir con otro tipo de vehículos cuando se maneja, sobre todo el respeto. Y del lado de los ciclistas, convivir con normas de tránsito que no siempre se acatan, como los semáforos. Bienvenida sea la disyuntiva. El uso de este tipo de transporte solo trae beneficios. El ambiente será uno de los primeros que lo agradecerá. En épocas en las que solo se habla de pandemia y enfermedades, tener a mano una herramienta que sólo contribuye a la calidad de vida es una gran noticia.

Comentarios