La realidad destruyó los sueños de Independiente

“La diferencia era abismal”, recuerda Fed Richa sobre la primera edición de la Liga Nacional.

La realidad destruyó los sueños de Independiente

La Liga Nacional marcó un antes y un después en el basquetbol argentino. La competencia que impulsó León Najnudel nació en 1985, cuando los éxitos y las hazañas de la “Generación Dorada” estaban lejos de hacerse realidad. “Eran otros tiempos”... como dice la canción que promocionó una famosa cerveza en una publicidad para el Mundial de fútbol 2002. En ese torneo que comenzaba a dar sus primeros pasos un equipo tucumano fue protagonista: Independiente.

“Son recuerdos imborrables”, reconoce Luis Fed Richa, integrante del plantel que llegó a la elite del basquetbol argentino sin haberse preparado lo necesario para enfrentar a rivales que estaban varios escalones arriba en todo sentido. “Fuimos el primer equipo tucumano que participó en una competencia con tanta jerarquía. Una experiencia única, valiosísima. Tal vez no estaban dadas las condiciones para jugar, pero quienes integramos ese grupo nos debíamos ese sueño. Pese a nuestras limitaciones jugamos con el corazón. Tratamos de dejar al basquetbol tucumano en lo más alto posible en ese momento. Lamentablemente las contingencias económicas te van marcando y no pudimos progresar en un torneo en el que enfrentamos a equipos profesionales, siendo nosotros semiprofesionales. La diferencia era abismal”, sostiene uno de los protagonista de aquel histórico momento, en diálogo con LG Deportiva. Para reflejar lo que vivieron destacó que la mayoría de esos jugadores viajaron por primera vez en avión: “lo hacíamos de madrugada, porque había una promoción con vuelos baratos que salían después de la medianoche”.


La historia

Independiente se había preparado para jugar el TNA (Torneo Nacional de Ascenso) y sus ambiciones eran bastante más modestas de lo que finalmente consiguió. Dos series adversas, ante San Lorenzo -campeón del torneo Metropolitano- y Deportivo Morón frustraron el intento. Todo parecía perdido, hasta que llegó la noticia. Boca decidió a último momento no jugar la Liga Nacional y había que cubrir la vacante. “Llamaron al club invitándonos a jugar una serie contra Lanús. De pronto estábamos a dos o tres partido de llegar a la elite. ‘Esta es nuestra chance’, nos dijimos y aceptamos jugar. Ganamos un duelo cada uno y fuimos al tercer enfrentamiento. Se jugó en cancha neutral, en Córdoba. Ellos tenían jugadores de experiencia, entre ellos Carlos Pellandini. Faltando 20 segundos íbamos perdiendo y tenían el balón. Presionamos, lo recuperamos y el ‘Pato’ Ángel anotó un triple. Ganamos y nos clasificamos”, recuerda Fed Richa.

La Liga Nacional ya había comenzado. Independiente debutó en la tercera fecha. “El primer partido lo jugamos de local, en Villa Luján, ante Olimpo. El estadio estaba repleto. Nos derrotaron en los minutos finales. Lo mismo sucedió en los partidos siguientes. Dejábamos todo en la cancha, pero no nos alcanzaba”, sostiene Fed Richa al repasar esos momentos. Otro partido especial lo jugaron contra Unión, que tenía en sus filas a Carlos Romano. También perdieron.

UN EQUIPO DE PRIMERA. Luis Fed Richa recordó el paso de Independiente por la elite del basquetbol argentino. UN EQUIPO DE PRIMERA. Luis Fed Richa recordó el paso de Independiente por la elite del basquetbol argentino.

Poco a poco el esfuerzo comenzó a sentirse. Independiente afrontaba los partidos con siete u ocho jugadores. Y cuando debía viajar, muchos titulares se quedaban en la provincia porque no podían faltar a sus trabajos o tenían compromisos. Siempre iban los dos norteamericanos, Stephan Lomax y Anthony Washington, un par de titulares y los juveniles, junto con el entrenador, el santiagueño Fernando Moyano. El plantel se completaba con los salteños Lauro Cabral, Abdo Angel y Adrián Jerez; Luis Ramallo, Jorge Alurralde, Jorge Egozcue y Jorge Fed Richa, hermano de Luis.

Las derrotas se sucedieron. De los 14 partidos jugados, sólo vencieron a Almagro de Esperanza (Santa Fe). Las expectativas iniciales se fueron diluyendo. La realidad le ganó a los sueños y hubo un momento clave. “Para un partido que jugamos contra Atenas sólo se vendieron tres entradas y la recaudación era necesaria para afrontar los gastos”, resalta Fed Richa. El esfuerzo de los dirigentes que habían decidido encarar el desafío no fue suficiente. Sólo quedó un camino posible: anunciar el retiro del equipo en plena competencia.

Independiente fue el primero, pero no fue el único. Caja Popular y Belgrano siguieron el camino. Llegaron a la Liga Nacional, pero no pudieron mantenerse. Todos jugaron sólo una temporada. “El basquetbol tucumano tiene potencial. Sólo es cuestión de unir esfuerzos y respaldar al equipo que llegue. No hay que dejarlo solo. Cuando eso suceda todo será diferente”, sostiene Fed Richa. Tal vez ese día los sueños superen a la realidad.

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