¿Por qué en Tucumán la pandemia no golpeó tanto la tasa de desocupación?

La desocupación sigue siendo de dos dígitos en dos de los seis aglomerados urbanos del NOA. El más perjudicado por la falta de oportunidades laborales durante el segundo trimestre del año ha sido Salta que, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), ha registrado una tasa del 13,9%, con lo que, en cantidad de desempleados, ha llegado a superar al Gran Tucumán-Tafí Viejo, cuyo índice ha sido del 10,4% y con un millar de desocupados menos que Salta (34.000 casos). ¿Qué sucedió? El efecto pandemia ha golpeado de manera diferente. A la vecina provincia le afectó, particularmente, su principal actividad: el turismo, la gastronomía y la hotelería. Esa misma pandemia, a su vez, encontró a Tucumán mejor parado. Tras una tasa del 13,1% y 52.000 desocupados entre enero y marzo pasado, el principal aglomerado urbano provincial lo bajó a 33.000 (cifra promedio en tiempos de crisis) porque dos de sus principales industrias, la citrícola y la azucarera, mantuvieron su ritmo de producción y no entraron en cuarentena obligatoria. Aún más, el índice de desocupación ha bajado del 10,7% al 10,4% en la comparación interanual, según el reporte difundido por el organismo estadístico nacional.

En todas las provincias, el empleo público se mantuvo sin bajas y -en muchas de ellas- el salario estatal constituye la principal fuente de ingreso de las familias del norte del país.  El ejemplo más claro es Santiago del Estero-La Banda que  mostró una tasa de desocupación del 1,8% -una de las más bajas en la Argentina- entre abril y junio y sólo 2.000 desocupados. En el distrito gobernado por Gerardo Zamora, el trabajo en el Estado es gravitante, aunque históricamente el empleo no registrado (que mueve el amperímetro del mercado de trabajo) es alto: casi la mitad de los asalariados está en negro.

A nivel nacional, en el segundo trimestre, la tasa de actividad se ubicó en 38,4%, la tasa de empleo en 33,4% y la tasa de desocupación en 13,1%. Estos resultados reejan en gran medida el impacto que tuvo sobre la dinámica del mercado laboral la pandemia por la COVID-19 y las restricciones en determinadas actividades y a la circulación dispuestas por el decreto nº 297/2020, que estableció el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO), señala el informe oficial.

Tomando en consideración la rama de actividad de la ocupación principal, la caída fue proporcionalmente más intensa en los sectores Construcción, Hoteles y restaurantes y Servicio doméstico. El Producto Bruto Intreno (PBI) sufrió una histórica contracción del 19,1% en el segundo trimestre con respecto al mismo periodo del año anterior, lo que implica la continuación de una recesión que el país arrastra desde el tercer trimestre de 2019. Los datos han revelado que los 16 sectores de actividad analizados disminuyeron su producción de abril a junio, siendo los hoteles y restaurantes (-73,4%) y otras actividades de servicios comunitarios, social y personales (-67,7%) las caídas más significativas.

En lo que se refiere a la población ocupada argentina, el Indec detalló las siguientes características:

- En primer lugar, se verificó un aumento en la proporción de ocupados ausentes. Las personas que no pudieron concurrir por suspensiones, otras causas laborales y licencias alcanzaron al 21,1% de los ocupados, cuando en igual trimestre de 2019 esta proporción era de 2,6%.

-También se incrementó signicativamente el número de personas que realizó el trabajo desde su vivienda. Este indicador pasó de representar el 6,5% de los ocupados en el primer trimestre a constituir el 22% de los ocupados en el segundo trimestre de 2020.

-Finalmente, se observó un alza en la proporción de asalariados que utilizaron sus propias maquinarias/equipos para realizar su trabajo: de 2,4% en el primer trimestre a 15,5% en el segundo trimestre de este año.