El precio del dólar asusta y no se puede planificar a largo plazo

Hay vacaciones exóticas que nos despiertan del aletargamiento, destinos inolvidables de enorme belleza y experiencias culturales que sientan precedentes. Después, están todos aquellos viajes que no logramos hacer debido a la situación sanitaria por covid-19.

Al momento de declararse el aislamiento social preventivo y obligatorio en Argentina, 12 estudiantes tucumanos estaban viviendo una experiencia de intercambio en el extranjero (y otros 12 jóvenes europeos permanecían en nuestra provincia). El resultado de esas circunstancias es de conocimiento público: llegó la peripecia de regresar a sus hogares y las dudas -por parte de cientos de interesados en los programas de estudio- sobre el futuro de la modalidad.

Hoy, la realidad de las empresas y las organizaciones de voluntariado e intercambios es distinta. Y luego de meses en vilo, algunas lograron reanudar sus propuestas internacionales con un cambio en sus procedimientos de gestión y mayores recaudos.

“Ahora, a nivel mundial, tenemos más de 500 estudiantes de secundaria que comienzan sus programas. Desde Argentina, a partir de septiembre ya han partido 18 estudiantes a Suiza, Dinamarca, Estados Unidos, Noruega, Bélgica y España. Y en los próximos meses del año partirán otros 17 a Portugal, Francia, Alemania e Italia”, detalló Laura Copteleza, coordinadora de Relaciones Institucionales de AFS.

Desde la organización la lista de lugares “permitidos” se renueva a diario e incluye también a Austria, República Checa, Dinamarca, Alemania, Grecia, Irlanda y Portugal. En Latinoamérica -dado el recrudecimiento de los casos de covid-19- las posibilidades de intercambio se restringen apenas a Ecuador y Uruguay.

“Ningún socio podrá recibir o enviar estudiantes al extranjero, a menos que el país cumpla con el 100% de los criterios que tenemos. Estos incluyen información específica relacionada con el estado actual del brote de coronavirus en el territorio, las capacidades gubernamentales y médicas para gestionarlo, las restricciones de inmigración y aerolíneas y las condiciones de las escuelas y de las familias anfitrionas, entre otros puntos”, agregó Copteleza.

Para quienes decidieron seguir con los intercambios, el proceso para salir del país involucra viajar en auto (con el certificado correspondiente) hasta Buenos Aires para tramitar la visa. “También deben realizarse el test indicado por las autoridades del país anfitrión y una vez que se llega a destino, hay que cumplir con el aislamiento social obligatorio. O realizar una nueva prueba según lo indique el protocolo sanitario. En la actualidad, más de 80 familias ya comenzaron a abonar los programas que iniciarán en 2021”, acotó la representante de AFS. Otra modificación fue la creación de una plataforma de aprendizaje virtual debido a la inhabilitación presencial de las instituciones educativas.

Oxford en stand by

Guiliana David es profesora de idioma y desde hace un tiempo tiene su propio emprendimiento dedicado a los viajes de estudio. Desde “Oxford Cultural”, cada seis meses, salen de Tucumán comitivas de estudiantes ansiosos por estudiar inglés en la “ciudad de las agujas de ensueño”.

Sin embargo, el estado de alerta por la pandemia hizo que las planificaciones de visitar Oxford en julio debieran ser pospuestas. Y así también, hubo quienes debieron resignar sus planes de arrancar con el programa en enero de 2021.

“Hay dos problemas claves. Por una parte, está el precio del dólar. Dependemos 100% de la divisa y la gente está asustada por su valor, a tal punto que decide aplazar las visitas al exterior o dejar de invertir en el rubro. La otra complicación es la incertidumbre y el terror de poner un pie fuera de casa. Sumado a lo imposible que resulta planificar a largo plazo”, explica la asesora de viajes y de estudios.

Dado el contexto, David debió devolver las señas pactadas y cancelar las reservas de los pasajes y las estadías en Inglaterra. Sumado a que una estudiante -que ya estaba cursando allá- debió ser repatriada luego de un mes de espera en Londres.

“Trabajo con mi pareja y embajadores que se llevan una comisión, pero para quienes están a cargo de un staff es el doble de difícil lograr pagar los sueldos mensuales y solucionar los inconvenientes. Aún en esta época tenemos interesados en viajar, y nos hacen bastantes consultas. Sin embargo, me parece falto de ética proyectar la ida de grupos sin saber lo que ocurrirá siquiera a fin de año”, destacó la emprendedora.

Su esperanza es que el negocio pueda repuntar dentro de un año y medio. “La cabeza de los tucumanos no pasa en este tiempo crítico por hacer inversiones en dólares. Y en Argentina aún no estamos preparados a nivel sanitario para las movilizaciones que conllevan los intercambios estudiantiles”, insistió David.

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