No habrá una movilización física masiva en un acto ni en las calles. Sí se darán discursos encendidos, se concretará la congregación de militantes y se cantará la Marcha. Este 17 de octubre será particular, por el contexto de la pandemia y por cómo encuentra al peronismo gobernante. El Día de la Lealtad, la fecha más importante en el calendario del Partido Justicialista (PJ), se celebrará este año de manera virtual y aún así se espera que tenga un fuerte contenido político. El acontecimiento llega en el momento justo, cuando el Gobierno más necesita respaldo. Ese día se cumplirán 75 años de la movilización obrera de 1945 en la Plaza de Mayo que exigió la liberación de Juan Domingo Perón.

En el ámbito nacional, el desafío planteado es apuntalar el liderazgo del Presidente, Alberto Fernández, que enfrenta duras críticas por las gestiones de las crisis sanitaria y económica. El gobernador Juan Manzur tuvo y tendrá un rol clave. En la provincia, la dirigencia pretende bajar el tono a la interna entre Manzur y el vicegobernador, Osvaldo Jaldo.

Tras ocho meses, el Consejo partidario nacional se reunió el viernes por videoconferencia y adelantó que se ofrecerá la conducción del partido a Fernández. La renovación de autoridades quedó pendiente a principios de año por el aislamiento obligatorio y el cronograma fue prorrogado hasta diciembre. Por eso, la presidencia sigue en manos del sanjuanino José Luis Gioja.

Manzur, como cabeza de los gobernadores justicialistas, viene sosteniendo desde un principio que el presidente es el titular natural del Partido, una tradición de antaño. Néstor Kirchner había sido el último en cumplir con esta usanza, pero a medias porque fue en 2008, cuando ya era ex mandatario.

Esta vez, la unidad del PJ en el Gobierno de coalición pasará a segundo plano como consigna. La bajada de línea nacional es que el objetivo medular es la consolidación del poder del peronismo en el Gobierno y del Presidente. La gestión transita por uno de los momentos más difíciles, marcada por la covid-19 y la recesión. La figura de Fernández viene recibiendo cuestionamientos de la oposición, por las definiciones en ambos planos. Además, están quienes sostienen que es la vicepresidenta, Cristina Fernández, quien estaría detrás de las decisiones más controversiales del oficialismo. En el kirchnerismo sostienen que esta teoría se cae por el sólo hecho de que la principal impulsora de Fernández es precisamente ella. De todas maneras, para despejar esas versiones, afirman que la vicepresidenta no participaría del acto pero sí lo harán otras figuras kirchneristas.

“Fortalecer” y “defender” son las dos palabras que más repiten los dirigentes nacionales en relación al acto. Además, el respaldo político será clave para iniciar el año político, en el que habrá recambio parcial del Congreso.

El Presidente estará junto a un puñado de dirigentes de la CGT de manera presencial en el Salón Felipe Vallese, en la central obrera. Desde allí se conectará con gobernadores e intendentes. La militancia podrá acceder a la manifestación virtual mediante la aplicación VirtualMov (https://virtualmov.com/).

“Coincidimos en que ese día marcará un antes y un después en el escenario político argentino”, adelantó Manzur en su cuenta oficial de Twitter.

Desde que asumió, Manzur viene dándole especial importancia al 17. Los dirigentes locales se están organizando para que los militantes participen: la idea es que Tucumán aporte una multitud de conectados. Hasta ayer estaba previsto que Manzur se quede en la provincia y participe desde aquí. Quienes lo conocen tampoco descartan que viaje a último momento.

En cuanto a la realidad local, la dirigencia ya bromea sobre que en Tucumán la lealtad es efectivamente “virtual”. La confrontación entre Manzur y Jaldo por la sucesión en 2023 tuvo ya varios capítulos. Los integrantes del espacio político están preocupados por lo que queda de gestión si se mantienen los desacuerdos. Apuntan a que el desgaste dirigencial e institucional puede costar caro. Esa inquietud generalizada se hizo palpable ayer, cuando luego de la inauguración de nuevas oficinas de la Anses en Tafí Viejo algunos referentes de distintas extracciones se sentaron a dialogar al respecto. Trascendió que nació la idea de mantener una mesa política para propiciar la unidad, para trabajar más allá de la coyuntura y también, para poder gestionar ante la Nación. Coincidieron en que las últimas peleas entre las cabezas del Ejecutivo y el Legislativo habrían estado fogoneadas por quienes querrían sacar partido de la división y posicionarse electoralmente. Quienes tienen más cercanía con Jaldo se comprometieron a sugerir que se baje el tono de algunas declaraciones y aquellos con más diálogo con Manzur, a que pedirían mayor participación del vicegobernador en algunos asuntos ¿Quiénes participaron? Entre otros, estuvieron el intendente local, Javier Noguera; el gerente regional de la Anses, Jesús Salim; el diputado nacional Mario Leito y el vicepresidente primero de la Cámara, Gerónimo Vargas Aignasse.

La inclusión del kirchnerismo habría sido impensada hasta hace algún tiempo, por la relación de Manzur con Cristina Fernández. Pero esa línea justicialista viene trabajando de manera coordinada con la Provincia. De hecho, el vínculo quedó evidenciado en la distribución de las oficinas nacionales en Tucumán y esperan poder tender más lazos con la Rosada para facilitar la llegada de beneficios para la provincia.El paso de los meses y la cercanía con las elecciones pondrán a prueba la lealtad en tiempos de interna.

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