Mirá en vivo en segundo debate entre Trump y Biden
El segundo y último debate electoral entre Donald Trump y Joe Biden se realizará hoy a las 23 (hora argentina) en la Universidad de Belmont, desde donde lo transmitirá en directo la red pública de televisión C-SPAN (https://www.youtube.com/c/C-SPAN).
Hasta ayer, las encuestas de Reuters/Ipsos le daban el 51 % de la intención de voto al candidato demócrata, mientras que el republicano obtenía el 42 %. Ante estas previsiones, Trump intentará torcer el rumbo de la opinión pública y Biden confirmarlo durante los seis bloques de discusión de esta noche.
Los temas de cada espacio serán: 1) la lucha contra la covid-19, 2) las familias estadounidenses, 3) la raza en Estados Unidos, 4) el cambio climático, 5) la seguridad nacional y 6) el liderazgo.
Moderará la corresponsal de NBC News en la Casa Blanca, Kristen Welker, que deberá silenciar el micrófono de un candidato cuando el otro esté utilizando sus dos minutos para contestar la pregunta inicial de cada bloque.
La Comisión de Debates Presidenciales añadió esta regla con la intención de evitar que la conversación se convierta en un caos (como ocurrió en el primer encuentro a causa de las reiteradas interrupciones del jefe de Estado al ex vicepresidente), aunque también habrá 15 minutos de discusión libre para cada tema.
Luis Karamaneff, politólogo tucumano del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, anticipa que los partidos Demócrata y Republicano ya tienen posturas opuestas y consolidadas acerca de los seis tópicos a tratar. “Si bien dependerá de la estrategia de cada uno, tal vez los candidatos intenten ir hacia el centro en algunas de esas posiciones -sugiere-. Lo que sí parece más previsible es que Biden trate de machacar a Trump con la gestión de la pandemia, que efectivamente ha sido mala. Y estimo que el presidente le contestará que sin él habría sido peor”.
Familia y racismo
En Estados Unidos, el conservadurismo (ligado al Partido Republicano) suele reivindicar el valor de la libertad individual aun cuando pueda tener consecuencias sociales. Según Karamaneff, a este principio se debe el hecho de que en el momento más crítico de la epidemia de coronavirus haya habido marchas contra gobernadores demócratas para exigir la reapertura y el retorno a la normalidad. Sin embargo, él también destaca que esa defensa de la libertad individual colisiona con la concepción conservadora de la familia que pregonan los republicanos: “en este punto son bastante contradictorios, porque promueven la libertad individual pero pretenden que las familias sean heterosexuales y no divorciadas y le otorgan a la mujer un rol con poca libertad”.
También para los demócratas el de la familia, que será el segundo tema de esta noche, es un valor importante: una de las promesas de campaña de Biden es reunir con sus tutores a los miles de niños inmigrantes separados de ellos en la frontera con México. La indignación que ha despertado este resultado de la política fronteriza de Trump ya desembocó en una orden presidencial para ponerle fin, aunque existen denuncias según las cuales las separaciones de padres e hijos continúan. Biden considera que esta práctica es una “táctica de intimidación”.
Con relación al problema del racismo, tercer apartado de la discusión de hoy, el ex vicepresidente prometió que su eventual Gabinete reflejará la diversidad del país y pidió nuevas leyes contra la discriminación salarial, la segregación urbana y las desigualdades educativa y sanitaria.
Si bien hoy hay pocos asesores latinos o negros en la Casa Blanca, Trump suele destacar que la tasa de desempleo entre la población negra alcanzó su nivel histórico más bajo justo antes de la pandemia, dato confirmado por Reuters.
Clima y defensa
El presidente no presenta un plan contra la contaminación ambiental, cuarto tópico del debate, en su sitio web de campaña, aunque la sección dedicada a la energía y el medio ambiente resalta que en los últimos cuatro años desaparecieron algunas regulaciones que habían sido establecidas por Barack Obama.
Biden ha propuesto una transición rápida, de 15 años, desde los combustibles fósiles hasta las energías renovables, y se ha comprometido a liderar el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, un consenso que el Gobierno actual pretende abandonar.
En 2016, Trump ganó las elecciones con los eslóganes “Estados Unidos primero” y “Hacer a Estados Unidos grande otra vez”. En política exterior, quinta sección de esta noche, estos lemas se tradujeron en la anulación o renegociación de acuerdos supuestamente desleales, en la riesgosa guerra comercial con China y en la obligación, para los aliados militares de Estados Unidos, de pagar más por las medidas de defensa conjuntas. En contraste, Biden pretende retomar la agenda multilateral de la época de Obama y restaurar desde allí el liderazgo global de su país, hoy supuestamente perdido.
La codirectora de la Licenciatura en Ciencias Políticas de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, Lorena Sarverry, destaca que en el debate de esta noche aparecerá, además de un contraste de ideas, otro de personalidades. “A la hora de hablar de liderazgo, la verdad es que Trump es un hombre que muchas veces avasalla o anula a sus colaboradores.
Por su carácter y sus decisiones, una ve que busca la heroicidad, que quiere mostrar que puede cabalgar sobre cualquier monstruo. Biden, en cambio, es más moderado, más conciliador, y hasta me parece un poco desgastado físicamente. Pero tiene mucha trayectoria, ha participado en muchos Gobiernos y quizá sea un buen coordinador”, analiza.
Además, ella considera que la democracia norteamericana no corre peligro en caso de una derrota de Trump, quien advertió varias veces sobre un eventual fraude electoral por parte de los demócratas.
De acuerdo con Sarverry, la del líder republicano no es más que una estrategia psicológica y comunicacional: “este tipo de declaraciones de Trump buscan embarrar la cancha y desentenderse en el sentido de: ‘si pierdo, no es problema mío, es culpa de los demás’. Más allá de las demandas que pueda tener el pueblo norteamericano, las instituciones de Estados Unidos son muy serias y funcionan, así que me parece inverosímil imaginar que alguien no vaya a reconocer los resultados”.
Mientras tanto, la cantidad de estadounidenses que no esperaron el resultado del debate y ya votaron por correo supera los 30,2 millones, según la Universidad de Florida.
Resulta probable, además, que el voto anticipado crezca durante la próxima semana, a medida que más Estados abran centros de votación para los ciudadanos que temen exponerse al coronavirus el día de las elecciones.
Así, a 12 días de los comicios del 3 de noviembre, Trump y Biden arriban a su segundo cara a cara con una buena porción de los votos emitidos: esos más de 30 millones representan la quinta parte de todos los sufragios de las elecciones de 2016.