Después de dos años, la Cámara de Diputados de la Nación discutirá nuevamente una iniciativa de Ley para legalizar la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Si bien el proyecto impulsado por el Gobierno Nacional cuenta con el apoyo necesario para obtener media sanción, la mayoría de los representantes tucumanos se inclinarán por el rechazo.
La iniciativa enviada por el Ejecutivo estipula que “las mujeres y otras personas con identidades de género con capacidad de gestar” tienen derecho a practicarse un aborto hasta la semana 14 del proceso gestacional y habilita la “objeción de conciencia” del personal de salud, la que también será admitida a nivel institucional, según una última modificación.
De los nueve diputados que representan a la provincia en el cuerpo legislativo, los referentes de Juntos por el Cambio (Domingo Amaya, Lidia Ascárate y José Cano) se opondrán al proyecto. A esos votos se sumarán los de Beatriz Ávila (Partido por la Justicia Social) y Gladys Medina del Frente de Todos. De esta forma, Cano; Ávila y Medina mantendrán la postura que tomaron en 2018.
“El tratamiento del aborto no es prioritario”, aseguró la diputada Lidia Ascárate a LA GACETA y remarcó que el Gobierno nacional instaló en agenda este tema a pesar de que el “pueblo está angustiado por la pandemia, la inseguridad y la inflación”.
Su compañero de bancada, Domingo Amaya sostuvo que no se entiende la premura de la gestión de Alberto Fernández para avanzar con esta iniciativa e ir “a contramano de la población” sin hacer una consulta popular.
“Tal cual lo dije en la campaña electoral, mi voto será en contra”, enfatizó el dirigente del PRO y recordó también que en la Constitución provincial se contempla el cuidado de la vida desde el momento de la concepción.
Hace dos años, tres de los nueve diputados tucumanos acompañaron el proyecto que recibió media sanción, pero la iniciativa fue rechazada en el Senado. En esta oportunidad, los votos de los oficialistas Pablo Yedlin, Mabel Carrizo, Carlos Cisneros y Mario Leito estarían a favor.
“El problema en Argentina es que los abortos suceden y por eso tenemos que legislar para que estos abortos no sean injustamente peligrosos para las mujeres pobres”, manifestó Yedlin.
El referente del Frente de Todos indicó también que la legalización no obligará a nadie a interrumpir su proceso de gestación y permitirá generar políticas públicas eficientes para disminuir los casos de embarazos no deseados. “El camino para tener menos abortos es legalizarlo, no mantener la penalización como se mantiene hace 100 años y quedó demostrado que no sirve para nada”, agregó.
El proyecto llega al recinto después de escuchar a más de 70 personas que participaron de jornadas informativas donde se expuso a favor y en contra del aborto. Fuentes legislativas anticiparon una sesión maratónica que podría culminar durante la mañana del viernes.
Los números
En los pasillos de la Cámara Baja aseguran que más de 110 legisladores ya se pronunciaron a favor de la legalización, mientras que otros 100 se opondrían. Si bien el número de indecisos es cercano a 40, se espera que la mayoría de ellos se pronuncien a favor. El proyecto se aprueba por mayoría simple: con 129 votos.
Al igual que hace dos años, la Cámara Alta volverá a tener la última palabra. En el Senado el panorama es distinto y la sanción definitiva del proyecto no parece algo cercano, aunque en el oficialismo hay optimismo.
Dictamen de mayoría: aprueban la objeción de conciencia
La Interrupción Voluntaria del Embarazo se trata hoy en Diputados. Ayer, con cambios respecto del texto enviado por el presidente, Alberto Fernández, el plenario de comisiones de Legislación General, Legislación Penal Salud Pública y Acción Social, Mujeres y Diversidad y Legislación Penal, aprobó el dictamen mayoritario que promovió la diputada Cecilia Moreau (FdT), con el apoyo de 77 diputados. El dictamen en minoría lo firmaron 30 legisladores. La modificación más importante fue que se incorporó la objeción de conciencia institucional.