Limpiar El Cadillal, tarea solidaria que debería sostenerse

La noticia bien podría ser calificada como la mejor de la semana: hace algunos días, un grupo de personas (particulares) subidas a 20 kayaks, sacaron 300 kilos de basura de El Cadillal. Así de simple y así de complejo. “Ante la problemática de contaminación en las costas del dique, no nos podíamos quedar sin hacer nada” afirmaron los integrantes de S.O.S Tierra, el grupo que tuvo y ejecutó la idea.

La actitud de estos hombres y mujeres sirvió para embellecer  uno de los recursos naturales y turísticos más fuertes de la provincia. Pero también debería servir para generar conciencia e impacto. Y no solo hablamos del ambiental en el último caso.

Conciencia en la comunidad para demostrar lo importante que es la solidaridad y las acciones desinteresadas como las que se llevaron a cabo. Mucho más si son realizadas sobre -repetimos- uno de los lugares más lindos de la provincia y más visitados en el último tiempo. El instinto de mantener limpios lugares públicos como ese (porque recordemos sus palabras: “no podían quedarse sin hacer nada”), debería propagarse en la sociedad como el virus que tanto nos aterra desde marzo pasado.

El impacto, por su parte, debería darse en las autoridades provinciales, municipales y comunales. ¿Cómo se reacciona ante un gesto así? La felicidad por tener ciudadanos responsables es obvia pero también debería haber un replanteo que vaya más allá de la alegría por ver una muestra de solidaridad como esa. Mantener limpio El Cadillal es responsabilidad conjunta de los tucumanos y de sus autoridades. Si los primeros hacen su parte, ¿qué deben hacer los segundos? Ayudar a que se mantenga limpio, seguro. Pero también buscar la manera de motivar y premiar más actitudes como estas. Hacerle sentir a ese grupo de personas que se subió a los kayaks que no fue en vano limpiar el dique.

Justamente El Cadillal no es un sitio turístico más en estos momentos. Lo mencionamos más arriba pero no gratuitamente y vale la insistencia. El lugar está ubicado relativamente cerca de la ciudad y la cantidad de gente que lo visita (más en épocas de altas temperaturas como las de ahora) crece año a año. La instalación de la aerosilla fue un boom que atrajo a varios pero mientras más público se llega hasta allí, más servicios requiere para hacer de la estadía algo más placentera.

A fines del año pasado, el gobernador Luis Manzur presentó en sociedad una iniciativa de la Federación Argentina y el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Fayerth y Suterh respectivamente) que contempla varias mejoras para la zona en cuestión. En principio, la instalación de un hotel y centro de convenciones de 11.000 metros cuadrados, con “los más altos estándares de sustentabilidad” y con una capacidad para 700 personas, además de una zona de recreación. En los últimos meses, hablaron de algo más básico inclusive pero no por eso menos importante: la llegada de un cajero y una farmacia. Sin dudas, todos servicios que sumarían muchísimo a la zona y ayudarían a realzarla.

Entonces, si actitudes como las que tuvieron los miembros de S.O.S Tierra sirven para que todas esas gestiones se aceleren, no solo habrá sido un gesto solidario (que ya en sí es enorme y valioso), sino mucho más que eso.

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