El ingreso de las petroleras a los biocombustibles, un escenario que no descartan los azucareros

Las empresas productoras de bioetanol de caña y maíz reclaman la prórroga de la Ley de Promoción para que el mercado "no" deje de existir. Una nueva norma podría permitir el ingreso de las compañías de hidrocarburos, según evaluaron.

INGENIO. Planta de bioetanol. (ARCHIVO) INGENIO. Planta de bioetanol. (ARCHIVO)

Los industriales sucroalcoholeros están atentos y necesitados de un escenario previsible en el mercado de biocombustibles. Y esa previsión se logrará, según explicaron, con la prórroga en el Congreso de la Ley N° 26.093 de Promoción nacional para el bioetanol de caña de azúcar y de maíz, y con una plaza nacional atomizada, que incluye al biodiesel.

Sin embargo, las empresas de estos recursos renovables, entre ellas, 13 plantas de bioetanol del NOA, se toparon con la pretensión de las productoras  de combustibles fósiles de ingresar a competir en “el mismo negocio”, presión que ha provocado que el tratamiento de la norma sufriera demoras en el Congreso. Ahora, se corre el riesgo de que la norma caduque en mayo próximo, lo que llevaría a que el sistema actual deje de existir.

Los empresarios azucareros y maiceros, además de los productores de bioedesel (soja), mantienen la idea de que las petroleras “han desempeñado siempre una estrategia orientada a la concentración: manejar el negocio y los precios”. Con la caída del mercado actual de biocombustibles, se abriría el camino para establecer una nueva ley permitiendo la participación de las compañías de hidrocarburos.

Esta es una aseveración que circula bajo el río y todavía no ha emergido. En las cámaras de los distintos sectores productivos no confirmaron la intención, pero tampoco la negaron. Además, LA GACETA intentó contactar al presidente de YPF, Guillermo Nielsen, para consultarle sobre la intención de ampliar el negocio, pero esto no fue posible.

Una alta fuente azucarera explicó que las petroleras habían reconocido particularmente al bioetanol de caña “como una necesidad para el Norte argentino”, al generar recursos y fuentes de trabajo.  El Centro Azucarero Argentino (CAA) remarcó en su último comunicado que “se han radicado 13 plantas 'bio' en el NOA". Eso permitió "la diversificación del complejo sucroalcoholero y mejorar la sostenibilidad económica de la actividad que emplea en forma directa a 60.900 personas, entre campo e industria”.

“En mayo, al terminar la ley, nos podríamos quedar sin el mercado de bioetanol. Para no quedarnos sin ello, se necesita la prórroga de la norma. Algunos dicen que hay que replantear un nuevo escenario, un futuro. Estamos todos de acuerdo con eso, pero el asunto es que hasta mayo no se puede hacer”, expresó Jorge Feijóo a LA GACETA.

“Para tener una perspectiva estratégica respecto del desarrollo de los biocombustibles, tenemos que ver qué ocurre en el resto del mundo. El estado de California (Estados Unidos) ha decidido prohibir a partir de 2035 el uso de la gasolina. En el Reino Unido se anunció que en 2030 se dejará de usar naftas y gasoil. Dinamarca informó hace dos semanas que no se explorará más petróleo y gas. Digamos, hay restricciones objetivas a los combustibles fósiles. Por otro lado, hay países que están aprovechando los biocombustibles. Brasil tiene un mezcla de etanol en las naftas de un 27,5%, y hasta el uso del 100%; e India anunció que en 2022 llevará el corte de bioetanol hasta un 10% y en 2030, hasta un 20%”, ejemplificó el directivo, entre otros casos.

Feijóo aclaró que no se trata de una “pelea entre los biocombustibles y los fósiles”, sino del “aprovechamiento inteligente de los recursos desde el punto de vista ambiental, económico, energético y socioterritorial”. Aunque apuntó: “no nos olvidemos que hay dos o tres provincias petroleras. El resto de la geografía argentina es bioenergética”.

El titular del CAA destacó, como dato extra, que Shell es “un importante” elaborador de bioetanol a partir de caña de azúcar en Brasil.

La Ley N° 26.093 fue sancionada en 2006 durante la presidencia de Néstor Kirchner y caducará en mayo de este año. A través de ese régimen, se llegó a un corte de bioetanol, tanto de caña de azúcar como maíz, de un 12% en las naftas. La agroindustria azucarera nacional tiene el 6% de la producción y entrega a las petroleras, lo que representaría unas 550.000 toneladas de azúcar. 

“Si no se prorroga la ley, los industriales azucareros y alcoholeros no van a hacer esa cantidad de alcohol y, por lo tanto, ese volumen se volcará al mercado de consumo interno (en azúcar). Ello implicaría una caída del precio del producto a nivel de quebranto”, había advertido la semana pasada el titular de Cañeros Unidos del Este (CUE), Marcelo Fernández.

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