El exsecretario estadounidense de Defensa William Perry pidió al presidente electo Joe Biden, que renuncie al control exclusivo de los códigos nucleares, al considerar el sistema actual como "antidemocrático, obsoleto, inútil y extremadamente peligroso", se informó hoy.
Perry, secretario de Defensa con Bill Clinton de 1994 a 1997, publicó ayer una columna en el magazine Político, titulada "(Donald) todavía tiene el dedo sobre el botón nuclear. Esto debe cambiar".
"Ya es hora de retirarle el balón nuclear a este presidente y a todos los presidentes que le sucederán", añadió. "Ya no es necesario y su propia existencia representa un peligro para nuestra seguridad nacional", agregó.
Al igual que sus antecesores, el presidente de Estados Unidos, a quien se acusa de haber instigado la toma del Capitolio, está acompañado en todo momento de un ayudante militar que transporta esta maleta, conocida como "balón nuclear", que puede desatar para un ataque nuclear.
El exjefe del Pentágono recuerda que una vez elegido, el presidente de Estados Unidos "obtiene el derecho absoluto de lanzar una guerra nuclear".
"Desafortunadamente, según la política existente, la única forma segura de salvaguardar el arsenal nuclear de un presidente inestable es no elegir uno. Una vez en el cargo, un presidente obtiene la autoridad absoluta para iniciar una guerra nuclear. En cuestión de minutos, Trump puede desatar cientos de bombas atómicas, o solo una. No necesita una segunda opinión", señala Perry.
"¿Por qué tomamos ese riesgo? Pensamos verdaderamente que un presidente debería tener el poder divino de destruir el planeta de forma instantánea?", pregunta Perry.
"No necesita una segunda opinión. El secretario de Defensa no tiene nada que decir. El Congreso no tiene ningún papel", agrega.
La concentración de semejando poder de decisión en una sola persona se remonta a 1945, cuando el presidente Harry Truman, tras el infierno nuclear de Hiroshima y Nagasaki, decidió hace 75 años no usar más el arma atómica, recuerda Perry en su columna.
"Para él, eso quería decir retirarla de las manos de los militares. Truman declaró entonces que ninguna bomba atómica podría ser lanzada a menos que él lo autorizara personalmente", contó. "Truman creó entonces el peligroso precedente de control de una única persona".
Perry pide, por tanto, a Biden que anuncie desde su toma de funciones que "compartirá el derecho de utilizar el arma nuclear con una cantidad limitada de legisladores".
Una vez en el cargo, señala Perry, Biden "debería anunciar que compartiría la autoridad para usar armas nucleares con un grupo selecto en el Congreso. También debería declarar que Estados Unidos nunca iniciará una guerra nuclear y que usaría la bomba solo como represalia.
"En segundo lugar, para que esa promesa sea más creíble, Biden debería retirar los misiles balísticos terrestres que están estacionarios y más vulnerables a ser eliminados en un primer ataque", lo que podría llevarlo a ordenar que los usen antes de que sean destruidos, a partir de la lógica "úselos o piérdalos".
"Estos misiles no son necesarios para la disuasión, que está garantizada por armas de supervivencia basadas en submarinos. Podemos y debemos salir de la mentalidad de 'úselos o piérdalos'", concluye Perry.